Un cubano que ostentaba la condición de residente permanente en Canadá gracias a su matrimonio con una mujer de Elmira, en Ontario, ha sido deportado a la Isla luego de abandonarla sin previo aviso.
Según se determinó en la audiencia de inmigración del gobierno federal, su unión era “un matrimonio de conveniencia para obtener estatus en Canadá”.
“Ha jugado con la vida de otro ser humano al abusar de su confianza y sentimientos hacia él para obtener estatus en Canadá. Además, no ha mostrado ninguna comprensión de sus errores y no ha mostrado ningún remordimiento por sus acciones”, dijo el magistrado de un tribunal de apelación de inmigración.
Relata el diario local The Record que Alexander Pérez trabajaba como plomero en el Hotel Cayo Coco en 2001 cuando se hizo amigo de la mujer, que se alojaba en el local. Una vez iniciada la relación, comenzó a pasar una semana en el hotel cada tres meses.
“Debido a que estaba prohibido que los miembros del personal socializaran con los invitados, desarrollaron una relación clandestina y la visitaba en su habitación de hotel, donde compartían el almuerzo y las bebidas”, se explicó en el tribunal.
La pareja se casó en Cuba en 2006. En noviembre de 2007 Pérez llegó a Canadá como residente permanente y se mudó a la casa de su esposa.
Pero su mujer no estaba al tanto de sus verdaderas intenciones. Siete meses después, el cubano desapareció sin previo aviso. Aparentemente se mudó a Montreal, aunque seguía casado.
Su esposa avisó a los funcionarios de inmigración, pues de acuerdo a las leyes canadienses había firmado un acuerdo de patrocinio que la hacía responsable financieramente de su esposo durante tres años.
En 2013, cuando el cubano intentó renovar su residencia, las autoridades de Ciudadanía e Inmigración se percataron de que no había estado junto a su patrocinador desde 2008 y sospecharon de “una posible situación de matrimonio de conveniencia”.
En 2014, una audiencia de inmigración dispuso que Pérez era “culpable de tergiversación por haber celebrado un matrimonio de conveniencia para obtener el estatus en Canadá” y ordenó su deportación.
El hombre apeló al tribunal de inmigración, pero su recurso fue desestimado el mes pasado.
El jurado sentenció que Pérez nunca tuvo la intención de estar con su esposa, ni encontró evidencias de que tendrá problemas si regresa a Cuba.
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