Un hecho curioso se registró en la noche del pasado martes en la localidad de El Alto (Bolivia), cuando robaron la medalla y la banda presidencial de Evo Morales al teniente encargado de trasladarlas desde La Paz a Cochabamba para que el presidente las luciera en un acto oficial.
Más singular aún resulta el hecho de que le fuera sustraída del interior de un auto en una zona de prostíbulos. Fue tal el revuelo a nivel nacional, que al día siguiente los ladrones dejaron ambos objetos en una iglesia.
Cuando el teniente detectó que habían robado los "símbolos patrios" bolivianos del interior de su auto, que aparcó para ir a un prostítulo, se comunicó con la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen para realizar la denuncia, y acto seguido fue encarcelado por incumplimiento de deberes.
La Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de La Paz ha destacado que recibieron una llamada telefónica anónima en la que alguien informó que ambos objetos estaban en bolsas negras abandonadas en el atrio de la Iglesia de San Pedro, en Potosí.
Sin embargo, como consecuencia del robo, el presidente boliviano participó ayer miércoles de una parada militar en Cochabamba -en conmemoración del 193 aniversario de la independencia de Bolivia- sin poder lucir la medalla presidencial ni la banda.
La medalla presidencial, labrada en oro y adornada de diamantes, es el máximo símbolo de Bolivia y tiene un gran valor histórico porque fue un regalo realizado por el Congreso a Simón Bolívar, en 1825.
Las autoridades continúan investigando la identidad de los ladrones.
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