La tierra sigue temblando en Venezuela. El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS por su sigla en inglés) registró este miércoles una réplica de magnitud 5,8 en la misma zona donde el martes un poderoso terremoto de magnitud 7,3 sacudió los suelos.
Aunque de inmediato las autoridades anunciaron que no había daños, los vecinos del área retomaban sus actividades con los nervios a flor de piel.
Según la agencia Reuters, el sismo del martes tuvo su epicentro en la localidad de Yaguaraparo, en la costa norte, y sacudió edificios en países vecinos como Colombia y en islas como Trinidad y Tobago y Santa Lucía.
No obstante, no causó víctimas ni daños importantes debido a su profundidad. Sólo se produjeron algunas grietas en la mampostería de edificios y se inclinaron los últimos cinco pisos de un rascacielos de 45 pisos abandonado, conocido como la Torre de David, en Caracas.
“Por la evaluación preliminar la estructura no presenta riesgos para su caída”, explicó Randy Rodríguez, viceministro de gestión de riesgo y protección civil.
Pero tras la réplica de este miércoles, la gente enseguida volvió a salir a la calle y dejar los negocios, reveló Rosa Plaza, una maestra de 38 años, en Yaguaraparo, una localidad de 8.000 habitantes donde muchos comercios estaban cerrados por la reconversión monetaria que empezó a regir el lunes en medio de la grave crisis económica que asola el país.
“La gente (está) con el nerviosismo... que puede haber réplicas”, añadió José Luis Subero, un comerciante de 43 años del pueblo.
El terremoto del martes se sintió también en localidades del sur del país como Ciudad Guayana, donde de un edificio fueron evacuadas 98 familias, indicó el gobernador del estado Bolívar, Justo Noguera, en un mensaje de Twitter.
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