Según Ana Daisy Álvarez Jiménez, especialista de Atención al Cliente de la Dirección Comercial en la Empresa de Servicios Especializados Palco, "el detergente no es un producto topado, por lo que no necesariamente tiene que mantenerse el mismo precio para todas las cadenas de tiendas".
Esta fue la respuesta que recibió una cliente cubana, quien escribió indignada al espacio Acuse de Recibo, del periódico Juventud Rebelde, quejándose de la diferencia en los precios de los productos en las tiendas del país.
Las quejas las hizo Josefina Martínez Calvo, porque en el mercado del restaurante El Palenque, en el municipio Playa, La Habana, se ofertaba un paquete de detergente OMS a 4.60 CUC, cuando el mismo producto le costaba siempre 2.30 CUC, o sea, la mitad del precio actual.
A su queja Jiménez respondió, por su parte, que la clienta se confundió de producto, al tratarse del detergente OMO, que cuesta 4.60 CUC, y no del OMS.
La respuesta de la directiva podría incluso considerarse una especia de burla, pues no existe nungún detergente marca OMS, y seguramente fue una equivocación de la cliente cuando redactó su queja, quien en vez de poner OMO puso OMS.
Según la explicacipon de Jiménez, "dicho producto fue adquirido por la UEB Restaurante El Palenque a la Empresa Logística Palco, a un precio de 2.2653 CUC la unidad. Y había sido comprado por esta última a la Empresa de Ventas Mayoristas Varadero-Cimex".
De acuerdo con su explicación, "al producto Palco le aplicó el índice de 2.0 para la conformación del precio de venta minorista, y no el 2.6, que es el índice máximo que se podía haber aplicado".
O sea, su queja podría ser peor: el detergente incluso podía haber costado más.
Jiménez dijo que "el precio de 4.60 CUC es el conformado por la Empresa de acuerdo con la Circular de Precios 182-18 con fecha 17/5/2018, consecutivo 18-0315".
Por tanto, "no hubo alteración ni violación de los procedimientos para la conformación del precio de venta", afirmó.
Es en este momento cuando la directiva aclara que el detergente no es un producto topado, y que no necesariamente tiene que mantenerse el mismo precio para todas las cadenas de tiendas.
"Ante el déficit que ha sufrido nuestra cadena, en cuanto a productos de aseo, higiene del hogar y personal, tanto nacionales como importados, es que la UEB decidió adquirir ese producto, considerando que es de buena calidad, y que su rotación diaria es muy buena, y valorando además la ubicación de nuestro mercado y el segmento de clientes potenciales", dijo.
Agrega que "no fue intención de nuestra empresa crear malestar en nuestros clientes, sino la de ofrecer un producto de primera necesidad, producto que en el mercadito del restaurante El Palenque ya se agotó".
La directiva remarca esto último en un tono de victoria, o sea, aunque a algunos les parece caro el producto, el hecho de que se haya agotado en la tienda da a entender que ellos no están equivocados, sino que hacen bien su trabajo.
El gran problema en Cuba es precisamente este: ¿Quién y cómo sabemos que nos están diciendo algo cierto? ¿Cuándo realmente el cliente tendrá la razón?
¿Habría que preguntarse además en qué país un detergente cuesta casi la cuarta parte de tu salario mensual?
No es la primera vez que un consumidor se queja por la variación de los precios de un establecimiento a otro. Es un problema más dentro de los tantos que aquejan todos los días a los cubanos.
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