CC Sabathia o cómo perder medio millón de dólares por una tontería

Con 38 años a la espalda y experiencia de 18 temporadas en las Ligas Mayores, suena inverosímil que alguien se empeñe en tonterías como la que CC Sabathia consumó este jueves en Tropicana Field.

Resulta que el corpulento zurdo estaba a dos entradas de asegurar 500 mil dólares de incentivos cuando encontró el camino para hacerse expulsar del desafío. La historia es la siguiente...

El ganador del premio Cy Young en 2007 empezó el juego con 148 innings trabajados, y necesitaba caminar otros siete para alcanzar los 155 exigidos por los Yanquis en el camino a un bono de medio millón. Todo indicaba que no tendría problemas para conseguirlo, pues a la altura del quinto capítulo su equipo mandaba 11x0 en el score y él apenas había permitido un imparable.

Pero he aquí que en el sexto episodio su cutter golpeó en la pierna izquierda al receptor de Tampa, Jesús Sucre, y el umpire Vic Carapazza no dudó en enviarlo a las duchas por lanzamiento intencional.

Sabathia debió prever esa posibilidad. Es más, tenía que estar convencido de que sucedería, pues el árbitro había advertido sobre enérgicas medidas desde que minutos antes un envío del relevista Andrew Kittredge zumbara por detrás de la espalda del catcher neoyorquino Austin Romine.

El agravante del caso era la reacción de Carsten Charles Sabathia una vez que ocurrió el incidente con Romine, pues de inmediato salió de su dugout y gritó un par de amenazas contra el lanzador oponente. Al rato escaló al box, dio el pelotazo con su primer pitcheo del sexto inning y resultó expulsado con toda la justicia de este mundo.

“Eso fue para ti, (obscenidad)”, dijo entonces mirando hacia la cueva de los Rays. Los jugadores contrarios no pudieron esconder su sorpresa, e inclusive se vio al serpentinero Blake Snell cuando decía: “Está 11x0. ¿Por qué?”

Así, a cada paso que Sabathia daba de la lomita al dugout, 500 mil dólares iban alejándose de su cuenta bancaria. Hay quien puede entender su actuación como un ejemplo de compañerismo, pero en el fondo aquí no hay otra cosa que una mezcla de irracionalidad y estúpida soberbia.

Sí: Sabathia le ha sacado más de 250 millones al béisbol y el dinero que acaba de perder no lo haría más rico ni más pobre, pero vamos, si no le hacía falta por lo menos podría haberlo donado a la primera institución infantil o siquiátrica que encontrara en Nueva York. O tal vez a comprar medicamentos para dinamizar la actividad de sus neuronas.