Gina Lyons, de 33 años, y Mark Lee, de 35, se fueron a disfrutar su luna de miel a un hotel en Sri Lanka pero se emborracharon tanto que al día siguiente descubrieron que habían comprado el lugar.
Un año después, y luego de que el periódico The Times contara lo sucedido, la historia de estos recién casados se ha hecho viral.
La pareja rememora que aquella tarde cuando llegaron al hotel hicieron amistad con algunos de los empleados y pasaron la primera noche bebiendo ron en la playa con uno de los camareros.
Doce copas más tarde, la pareja que vivía en un pequeño apartamento en el sur de Londres, decidió pagar 30 mil euros para adquirir el inmueble. Debían hacerlo en tres cuotas por tres años.
"El hotel tenía un aspecto desagradable y muy barato, pero estaba en la playa", dijeron.
Poco después ella descubrió que estaba embarazada. "Sentí que ya era una mala madre porque me sentía culpable por haber desperdiciado todo este dinero en la compra de un negocio que podría no funcionar. Incluso nuestros amigos y familiares piensan que somos idiotas y no deberíamos haberlo hecho".
"Les debíamos mucho dinero de la boda y solo vivíamos en un piso pequeño, y ahora teníamos un bebé en camino. Pero era hundirse o nadar, así que decidimos que tendríamos que hacerlo funcionar", agrega.
Ellos remodelaron el espacio y le cambiaron el nombre por Lucky Beach Tangalle. En julio pasado lo reinauguraron y según dicen, han tenido un flujo constante de clientes desde entonces. Ambos dicen estar muy felices con la alocada decisión que tomaron el día de su boda.
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