Lieny Abrahan tiene 32 años, es habanera y lleva más de cinco años a la espera de conseguir un visado para reunirse con su familia en Estados Unidos. Su abuela, que vive en Hialeah ha enfermado de gravedad. "Ella es mi todo. Si no me voy pronto, no la veré. Eso me aterra", asegura a CiberCuba.
A Lieny Abrahan le faltaban tres meses para la entrevista del visado en la embajada de Estados Unidos, cuando el escándalo de los ataques acústicos a 26 diplomáticos estadounidenses destinados en Cuba paralizó el Programa Parole de Reunificación Familiar el 29 de septiembre de 2017. A día de hoy, ni CIA ni FBI ni G2 han podido dar con las causas o los responsables del conflicto sónico.
Desde el Departamento de Estado de EE.UU. aseguran que siguen trabajando para retomar el Parole, pero el programa ya lleva un año paralizado. Este lunes decenas de cubanos se manifestaron frente a la oficina del senador republicano Marco Rubio reclamando su mediación para que se retome la concesión de visados.
USCIS y el Departamento de Estado están buscando una "ubicación" para hacer las entrevistas, pero advirtieron a CiberCuba de que la solución no será inminente.
El de Lieny Abrahan no es un caso aislado. A ella le aprobaron el Parole en 2002 y su entrevista en la embajada de Estados Unidos en La Habana debió realizarse el 26 de diciembre de 2017. "Y todo se paró. Mi abuela reclamó a mi mamá y yo no pude aplicar porque era mayor de edad", explica a CiberCuba.
"Imagínate la angustia y a la vez la esperanza de que vas a irte aunque tengas que esperar cinco años y cuando estás a tres meses de la tan añorada entrevista, se suspende todo", insiste.
Estos más de cinco años de espera han sido muy duros para Lieny y su familia. Durante todo este tiempo ella se quedó embarazada de su tercer hijo (tiene dos niñas y ahora el niño). "Toda mi familia está allá", dice a CiberCuba, refiriéndose a los Estados Unidos.
Pero su tercer parto y la larga espera no fue lo único que cambió su vida. El estrés le ha llevadio a desarrollar un hipotiroidismo.
Lieny Abrahan mantiene la esperanza de que el Departamento de Estado retome el programa Parole. "Quiero vivir la alegría de estar con los míos y que mis hijos tengan un futuro mejor".
De momento, sus sueños tendrán que esperar. Ella se desahoga de su angustia y sus dudas en el grupo de Facebook, Cubanos por la Reunificación Familiar con Estados Unidos.
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