Jonathan Santana y Eusebia Solís, representantes de la Defensoría del Pueblo de Panamá, han visitado este miércoles a la cubana Yaima Millares Cuesta, embarazada de seis meses y varada desde hace seis días con sus tres hijos de 17, 8 y 5 años en la zona de tránsito del aeropuerto internacional de Tocumen, en Ciudad de Panamá.
Ambos funcionarios estuvieron entrevistándola en torno a las seis de la tarde de ayer, para evaluar la denegación de su solicitud de asilo.
La Oficina Nacional para la Atención al Refugiado de Panamá, Onpar, decidió este lunes, denegar la petición de protección internacional formulada por Yaima Millares Cuesta. La tramitación de su expediente duró apenas 24 horas.
En Panamá, esta madre cubana sigue recibiendo la solidaridad de los pasajeros y del gerente del aeropuerto, que llegó a encararse con Inmigración para poder prestar atención médica a Yaima que, debido a su avanzado estado de gestación, está prensentado molestias por dormir en el suelo en los últimos seis días. Además, su hija menor, de 5 años, que es asmática, ha tenido fiebre tras el bajón de las temperaturas.
El gerente del aeropuerto de Tocumen le ha dicho a Yaima Millares Cuesta que estará pendiente de su caso mientras permanezcan en estas instalaciones.
Las autoridades de Onpar le dieron a la cubana un margen de siete días para decidir su futuro tras la denegación de la petición de asilo.
Mientras tanto, la familia de Yaima Millares Cuesta ha iniciado una campaña a través de WhatsApp, denunciando que Acnur, el Alto Comisionado de la Organización de Naciones Unidas para los Refugiados, ha ignorado la paliza que ésta recibió en La Habana por parte de agentes de la Policía Nacional Revolucionaria cuando protestó frente a la recién inaugurada embajada de Estados Unidos en la Isla.
El vídeo, grabado en 2015 por un turista brasileño, fue recogido por varias televisiones de Miami.
También afean a Cruz Roja que no haya ido a prestarle asistencia sanitaria, pese a que ella está presentando molestias con su embarazo. "Pedimos a Acnur que revise de nuevo su caso. Sabemos que el presidente de Panamá, Juan Varela, ha estado recientemente en Cuba y que este caso no le conviene, pero dónde está la humanidad?¿Cómo se puede permitir que pase esto?", se preguntan.
Yaima Millares Cuesta llegó hace justo una semana a Puerto España y las autoridades del aeropuerto de Trinidad Tobago le retiraron su pasaporte y el de sus hijos y la deportaron a Cuba. Cuando el avión hizo escala en Panamá, ella no subió al vuelo a la Isla y se quedó en la zona de tránsito.
Su caso se hizo viral cuando CiberCuba publicó un vídeo en el que se le ve de rodillas, implorando clemencia a las autoridades trinitenses para que no la deportaran a su país. Sin embargo, ellos consideraron que su reserva de dos días en un hotel de Trinidad y Tobago no era fiable. "No quiero volver a Cuba", decía ella.
Ahora permanece varada en Panamá. En un principio le anunciaron que la deportarían a su país el sábado 24 de octubre a las 11:00 p.m., pero esa deportación nunca tuvo lugar.
Al día siguiente, el domingo 25, la entrevistaron las autoridades de Onpar y recogieron su solicitud de asilo político. Apenas 24 horas después, ya tenían el veredicto. La respuesta era contundente: "No".
Un amigo de la familia de Yaima Millares Cuesta ha iniciado una campaña de recogida de firmas en Change.org para evitar la deportación de la cubana. La iniciativa ya ha reunido casi 3.000 rúbricas. Si quieres firmar, pincha aquí.
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