Luis Alberto García se ha sorprendido por una “surrealista” señal de tránsito en La Habana, que no ha dudado en fotografiar y junto a la cual, incluso, ha posado.
El actor, devenido en los últimos meses en agudo y mordaz crítico de la realidad cubana, ha acompañado las fotos de un breve texto: “Surrealismo tropical. Bretón no es un bebé, Arturo Sotto. Es un niño’eteta”.
El comentario hace referencia al director de cine, Arturo Sotto, cuyo documental Bretón es un bebé (2008) aludía a la idiosincrasia de los cubanos y a las singularidades de la realidad de la Isla, donde todo, o casi todo, es posible.
Tanto es así, que lo visto en ocasiones en Cuba sería capaz de dejar en pañales al mismísimo André Bretón, líder de los artistas "surrealistas" de las primeras décadas del siglo XX.
Las señales de tránsito en Cuba no solo no escapan de esa idea general, sino que además se han convertido en una curiosa forma de demostrarlo.
Varias señales dispersas por La Habana ratifican el sentimiento que le inspiró a Luis Alberto García su publicación de este viernes.
Se trata de ese instante en que la escasez material y la inventiva asociada a ella deviene casi en una obra de arte, a la vez que en monumento a la singularidad cubana.
En la capital abundan las señales de tránsito que parecen más una pieza de una bienal artística que lo que en realidad son, en tanto su misión es evitar accidentes, sobre todo ahora, cuando los índices de siniestralidad en carretera se han convertido en uno de los grandes dolores de cabeza del Gobierno cubano en los últimos tiempos.
El propio Luis Alberto García ya había aludido en una publicación anterior a la proliferación de baches, especialmente dañinos para los conductores en la Isla.
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