“Mi hija vino de turismo y fue asesinada de la peor forma: por ensañamiento”, lamentó Carlos Caicedo, padre de la turista venezolana-estadounidense asesinada en territorio costarricense.
Caicedo, quien identificara el cuerpo de la joven el pasado martes en la noche, culpó al gobierno de Costa Rica por “su escaso control migratorio y prevención de la delincuencia”, informó la agencia de noticias EFE.
"Ella creía que Costa Rica era un país seguro y miren que ironía en este país encontró la muerte. Yo no sé si el Gobierno entiende la repercusión que puede tener la muerte de Carlita, porque este país vive del turismo”.
Debismar Espinoza Martínez, nicaragüense de 32 años, fue detenido este martes por las autoridades de su país. El nicaragüense es, en estos momentos, el principal sospechoso de la muerte de Carla Stefaniak.
Espinoza Martínez, trabajaba como guardia de seguridad en el Airbnb ubicado en la localidad de San Antonio de Escazú, donde Carla se hospedaba.
Los investigadores dijeron que después de revisar las imágenes de las cámaras de vigilancia y hablar con testigos que vieron a la joven en varias ocasiones, determinaron que las declaraciones del sospechoso eran contradictorias. Debismar, además cuenta con un "estado de inmigración irregular" en Costa Rica.
Según el reporte del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Costa Rica, la muerte de la víctima fue resultado de un ataque sexual. El cuerpo, de Carla, encontrado en un avanzado estado de putrefacción, estaba cubierto de lesiones en los miembros superiores e inferiores y heridas punzo cortantes en rostro.
"Me tocó el paso más difícil que fue identificarla, ver un cadáver en las condiciones de descomposición y marcas que dejó la persona que la sacó de este mundo es terrible (...) Espero que le caiga todo el peso de la ley", expresó Caicedo.
Me tocó el paso más difícil que fue identificarla, ver un cadáver en las condiciones de descomposición y marcas que dejó la persona que la sacó de este mundo es terrible (...) Espero que le caiga todo el peso de la ley
Stefaniak, de 36 años, llegó a Costa Rica el pasado 22 de noviembre para pasar unas vacaciones junto a su cuñada. La venezolana tenía previsto regresar a su hogar en Florida, Estados Unidos, el 28 de noviembre. Luego de que no se presentara en el aeropuerto y tampoco respondiera mensajes o llamadas de familiares y amigos, la reportaron como desaparecida.
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