Los bicitaxistas en Cuba siguen denunciando que no pueden trabajar en paz, debido al acoso constante de la policía y los inspectores de la oficina tributaria.
A pesar de la importancia social de su actividad, el sector privado del transporte es uno de los más machacados por las autoridades.
Así lo ratificó a Martí Noticias Alexander Elizástegui, un cuentapropista que trabaja en La Habana Vieja.
“Somos a los que les violan los derechos; lo peor que se puede ver en el sector privado del transporte, esos somos nosotros”, reveló.
Según este transportista, él y sus compañeros tienen que enfrentarse diariamente al asedio de funcionarios que tratan de sancionarlos con multas que están entre los 700 y 1.000 pesos.
“Las multas nos llueven porque son muchas las restricciones para la circulación de un bicitaxi. No nos afecta tanto el impuesto como las multas arbitrarias, que casi nunca tienen razón y son por los timbales de algún policía o de un inspector”, dijo Andrés David Fuentes, chofer de Centro Habana, al portal Diario de Cuba.
Elizástegui, por su parte, aseguró que él paga todas sus obligaciones al gobierno, y por eso son todas sus discusiones: por defender sus derechos como cualquier trabajador.
“Aquí hay corrupción generalizada: de la policía, de la gente de la ONAT, aquí la corrupción está en todos lados”, añadió.
Este acoso a los trabajadores por cuenta propia que se dedican al transporte de pasajeros es permanente. En agosto pasado tanto bicitaxistas como cocheros acusaron a la policía de multarlos sin ninguna razón y hasta decomisarles sus medios.
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