La protección de la comunidad LGTBI en España, un ejemplo para Cuba

Zaragoza, 27 ene (EFE).- A pesar de que en 2017 se contabilizaron 629 casos de delitos de odio por orientación sexual o identidad de género en España, según datos de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), la normativa española en cuestiones de igualdad puede servir de referencia a otros países, como Cuba.

Es lo que investiga Lilisbet Lorie, profesora de Derecho Constitucional en la Universidad de Camagüey, en Cuba, que está realizando una estancia doctoral de dos años en la Universidad de Zaragoza para "estudiar el principio constitucional de igualdad en la diversidad de la sociedad cubana actual, asociado a la protección de la comunidad LGTBI".

"Todo derecho a la diferencia implica una igualdad", afirma la experta en Derecho en una entrevista a Efe, "que permite que las diferencias del otro sean valoradas de la misma forma".

A partir de una investigación del marco teórico y un estudio comparado de la legislación específica de derechos LGTBI, en la cual “España está muy avanzada”, Lorie pretende trasladar las conclusiones de su trabajo para promover leyes de este tipo en Cuba y mejorar la defensa de los derechos de este colectivo en su país.

La doctoranda cubana revindica el papel del Derecho como "promotor" de la inclusión, y cree firmemente que una legislación igualitaria es la base para eliminar la discriminación en la sociedad.

Además, reconoce que los avances sobre este tema en Cuba son muy recientes, ya que, por ejemplo, la prohibición de la discriminación laboral por orientación sexual se aprobó en 2013.

Pero la creación en 1989 del Centro Nacional de Educación Sexual, apunta la investigadora, permitió ciertos adelantos, como que hoy se incluyan la orientación sexual y la identidad de género en las políticas educativas cubanas.

Actualmente, el país se encuentra en proceso de reforma constitucional. El proyecto final, que se someterá a referéndum el 24 de febrero, incluirá por primera vez la orientación sexual y la identidad de género en su principio de igualdad.

El anteproyecto constitucional inicial abría las puertas al matrimonio entre personas del mismo sexo al definir la institución como "la unión entre dos personas", en lugar de "la unión entre un hombre y una mujer" que establece la Carta Magna vigente, de 1976.

Sin embargo, Lorie precisa que el "debate de la ciudadanía" al que se expuso el texto tumbó este artículo, lo que denota, a su juicio, una "resistencia" por parte de la población a aplicar estos cambios.

Pese a ello, es optimista y confía en que el matrimonio igualitario sea una realidad en el futuro, ya que el marco legal cubano lo regula como una de las formas de "organización de la familia", sin especificar el sexo.

En este sentido, la profesora insiste en la importancia que tuvo la legalización de este tipo de uniones en España en 2005 al otorgar derechos y garantías a las parejas homosexuales relativos a herencias o procesos judiciales.

De los tres años que dura el Doctorado, Lorie permanecerá dos en España gracias a una beca que ofrece el Banco Santander con la Universidad de Zaragoza, y terminará su tesis en Cuba para poder aplicar lo aprendido aquí en el contexto de su país.

"Hay que saber qué piensa la sociedad, qué reclama", ha aseverado la profesora, por lo que tiene planteado "salir del despacho" durante estos dos años para insertarse en organizaciones, vincularse a grupos de asesoría jurídica y acceder a debates parlamentarios, entre otras actividades, para conocer “a fondo” la realidad en materia LGTBI.

Aunque la Ley de Igualdad LGTBI lleva más de un año en trámite en el Congreso de los Diputados, varias autonomías como Aragón o la Comunidad Valenciana sí han aprobado normas para la protección de los derechos de este colectivo, y son estas leyes las que interesan a Lorie para poder extrapolar su contenido a Cuba.

Apenas lleva tres meses en España, pero Lorie ya se ha puesto en contacto con la asociación Somos LGTB+ Aragón y la Oficina de Atención a la Diversidad de la Universidad de Zaragoza para completar su tesis.