Con 48 funciones y tres temporadas a teatro lleno, Desnudas significó el debut del grupo de teatro Aire frío en la escena cubana en la temporada de 2011. Escrita por el español Roberto Santiago, Desnudas representó el gran comienzo para este grupo de creadores dirigidos por Eduardo Eimil.
Considerado uno de los más importantes directores de la escena cubana, Eimil demostró con Desnudas, su eficacia para manejar las proyecciones escénicas de actrices y actores. En la obra intervienen, muchas veces doblando sus papeles, Tamara Venereo, Michel Labarta, Yaisely Hernández y Beatriz Viñas. Esta última, según comentan especialistas, alcanza un nivel consagratorio.
Desnudas es una divertida comedia de enredos que usa como telón de fondo el mundo del cine. El grupo Teatro Aire Frío inició su importante recorrido por la escena cubana con esta comedia, surgida en 2010 gracias a la Beca de Creación Teatral Rolando Ferrer, que otorga el Consejo Nacional de las Artes Escénicas. Desnudas, en versión de Eimil, sacaba partido de una historia simple pero efectiva, con personajes como una directora de cine y una productora, entre otros.
Con numerosas alusiones a la vida cotidiana en Cuba y el amplio uso también de las llamadas “morcillas”, improvisaciones típicas del teatro vernáculo cubano, Desnudas maneja encrucijada entre cine y teatro que está presente en la biografía de su director Eduardo Eimil.
Graduado de Dirección Teatral en el ISA (Instituto Superior de Arte) y de Dirección de Cine en la EICTV (Escuela Internacional de Cine y Televisión), Eduardo Eimil, obtuvo en 2003 el premio al Mejor cortometraje de ficción en el Festival de Cine Pobre de Gibara con La maldita circunstancia, y Premio de Dirección, Guión y Gran Premio de ficción a la mejor obra en el Festival de Cine y video, Santa Fé (Argentina).
El cineasta cuenta con un largo aval de puestas en escena con el grupo Aire frío, luego del debut con Desnudas. A partir de ese entonces, y hasta ahora, cuando se repone la comedia que marcó el inicio del grupo, Eimil ha tratado de llevar a escena un teatro que presta particular actuación al diálogo y las actuaciones, con escenografías minimalistas y narraciones fragmentadas, no aristotélicas. Sobresale entre las puestas de Aire frío, La cuarta Lucía, monólogo interpretado por Beatriz Viñas, quien ahora vuelve a confirmar su categoría estelar.
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