Estados Unidos someterá a votación en el Consejo de Seguridad de la ONU, este jueves, un proyecto de resolución que exige nuevas elecciones presidenciales en Venezuela y el ingreso "sin trabas" de la ayuda internacional, informó AFP.
La legislación internacional tiene como objetivo “impedir el deterioro de la de la situación humanitaria” en la nación latinoamericana. Y busca, además, la entrada al territorio de medicamentos y víveres, de acuerdo a “los principios humanitarios”.
Según la agencia de noticias, mediante este texto se le reclama al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, que negocie un acuerdo para celebrar una votación presidencial en Venezuela, de forma tal que se garantice "la restauración pacífica de la democracia y el Estado de Derecho".
Con anterioridad, Guterres -en un intento de mantener una posición neutral- había declarado que la Organización de Naciones Unidas no formaría parte de ninguno de los grupos de discusión sobre la actual crisis política en el estado bolivariano.
Una postura que no ha cambiado desde la juramentación del líder de la oposición y titular de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, el pasado 23 de enero. La organización se negó a reconocerlo -o no- como presidente interino del país latinoamericano.
El proyecto, como resolución vinculante, deberá obtener mañana jueves nueve votos para ser aprobado y ningún veto por parte de los cinco miembros permanentes (Gran Bretaña, China, Francia, Rusia y Estados Unidos).
Sin embargo, existen altas probabilidades de que los aliados del régimen de Nicolás Maduro, Rusia y China, impidan su ejecución.
Por último en el documento se subraya "la importancia de garantizar la seguridad de todos los miembros de la Asamblea Nacional e integrantes de la oposición".
La situación política y humanitaria en Venezuela se ha ido agravando con el tiempo. El pasado fin de semana, durante la fecha marcada por Guaidó para la entrega de ayuda humanitaria, cuatro personas murieron y cientos resultaron heridas debido a los violentos choques entre fuerzas del Gobierno chavista y los opositores.
Actualmente, en Venezuela existe un alto índice de escasez de alimentos y fármacos, además de una voraz hiperinflación proyectada en 10.000.000% este año. Con el objetivo de salir de estas circunstancias, un aproximado de 2,3 millones de personas -equivalente al 7% de la población- han emigrado desde 2015.
No obstante, Maduro continúa culpando a la administración de La Casa Blanca de todos los problemas financieros de la nación. Ha llegado a catalogar la ayuda enviada por los Estados Unidos, como un “show” y “migajas” de “comida podrida” que sirven de pretexto para una invasión militar.
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