El régimen de Nicolás Maduro ha despedido a una empleada de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) después de que denunciara en una cadena independiente "la desviación de recursos y la corrupción" en esa entidad como la causa del apagón masivo del pasado jueves.
"Ustedes mismos se han encargado de destruirlo con el vandalismo que han permitido, con la desviación de recursos, con la corrupción. Ustedes han sido culpables de que esta empresa tan importante en el país se haya ido a pique", dijo Damarys Cervantes, trabajadora de Corpoelec en la Planta Macagua.
La trabajadora recibió una carta de despido de esa entidad controlada por el chavismo después de más de 15 años de servicio, según la periodista venezolana Maibort Petit.
"Dejen de estar mintiéndole al pueblo y estar felicitando y haciendo actos de hipocresía porque el pueblo ya no está ciego, el pueblo sabe lo que está pasando en el sector eléctrico", afirmó Cervantes.
La trabajadora de Corpoelec expresó al presidente interino Juan Guaidó que se ponía a su disposición.
Sus declaraciones son una de las tantas en Venezuela que apuntan a la ineficiencia de la empresa por culpa de los afines al fallecido Hugo Chávez y ahora al dictador Maduro.
Después del apagón del pasado jueves, el cual sigue todavía en algunas zonas del país, este sábado se registró un nuevo corte eléctrico masivo pasadas las 11 de la mañana, hora local.
Mientras el régimen chavista habla de sabotaje al sistema eléctrico nacional y Diosdado Cabello llegó incluso a culpar al imperialismo del apagón, Guaidó insiste en que la responsabilidad es de Maduro y quienes se robaron los más de 100.000 millones de dólares aprobados en 2009 para mejorar esa infraestructura.
Los especialistas reseñan que entre las causas de que uno de los países con más petróleo en el mundo sufra constantes apagones están la falta de inversión, el éxodo de profesionales especializados, la mala gestión del sistema eléctrico venezolano y la incapacidad de la red de centrales termoeléctricas de responder ante la caída de centrales como las de Guri, apunta el diario español El País.
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