Una pareja de padres cubanos que viajó a Miami en octubre de 2018 ―reclamados por uno de sus hijos― tuvo que dejar en Cuba una hija con necesidad especiales, a la que ahora piden que le sea concedida una “visa humanitaria”.
La joven, que no pudo viajar debido a los cambios en las leyes de inmigración, se llama Liliana Marrero y tiene 33 años, y posee un severo grado de dependencia porque no ve, no oye y su nivel cognitivo se corresponde con el de un niño pequeño.
A pesar de sus serios problemas médicos, Liliana no pudo viajar con su padres porque el programa de parole está detenido, y permanece en Cuba al cuidado de una amiga de la familia.
Su historia ha sido difundida por Telemundo 51, medio al que los padres han explicado su caso y han pedido encarecidamente que se les tenga en cuenta para la concesión de una visa humanitaria.
Aunque ya han presentado el caso ante inmigración para que sea valorado por las autoridades, ellos aseguran, sin embargo, que cuestiones burocráticas, como que los documentos hayan sido enviados a Nebraska, estarían retrasando el proceso.
La paralización del Programa Parole de Reunificación Familiar ha dejado conmovedores testimonios en los últimos meses de personas cuyas vidas han quedado en suspenso por tiempo indefinido.
En las últimas horas, cubanos residentes en Estados Unidos que están a la espera de reunificación familiar, han mostrado su preocupación en las redes sociales ante el reciente anuncio del cierre de las 23 oficinas que el Servicio de Inmigración y Ciudadanía de EE.UU. (USCIS) tiene en el extranjero, lo que podría demorar todavía más los trámites y esperas para los familiares en espera de una reunificación familiar.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: