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Diplomáticos de EE.UU en China describen los “ataques acústicos” de los que han sido víctimas

En mayo Pompeo afirmó la existencia de 14 casos en China con cuadros médicos parecidos al del personal en La Habana.

Embajada de Estados Unidos en Pekín © Flickr / Language Teaching
Embajada de Estados Unidos en Pekín Foto © Flickr / Language Teaching

Este artículo es de hace 5 años

Funcionarios del consulado de Estados Unidos en Guangzhou, China, declararon el pasado lunes haber sufrido síntomas similares a los del personal de la sede diplomática en La Habana, producto de los “ataques acústicos”.

En un reciente episodio del programa 60 Minutes -de la cadena de televisión CBS- tres diplomáticos admitieron haber sido víctimas de estos padecimientos. Entre ellos, Mark Lenzi quien trabajaba en el departamento de seguridad del consulado en Guangzhou.

Según Lenzi, como resultado de escuchar sonidos extraños e "intensos" en una parte muy precisa de su casa -entre 2016 y 2017-, desarrolló una intolerancia a la luminosidad, que actualmente lo obliga a llevar gafas oscuras. Además, admitió haber tenido pérdidas temporales de la memoria.

"Imagine que tiene una canica en la mano y la deja caer en un embudo metálico de seis pies de diámetro. El sonido que esa canica hace a medida que va bajando en círculos, aumentando progresivamente de velocidad, hasta que entra en un hueco en el fondo. Un sonido como nunca había escuchado antes", explicó.

Lenzi, un especialista en detección de medios electrónicos de vigilancia orientados hacia sedes diplomáticas, cree haber sido blanco de un arma de naturaleza electrónica. "Creo que es (una onda) energética de radio frecuencia (RF) con alcance microonda", precisó.

Por otra parte, Catherine Werner exagregada comercial de Estados Unidos en China afirmó sufrir -desde hace dos años- de urticaria y cansancio. Esto le produce dolores de cabeza, vómitos y sangramiento. Al parecer, los síntomas solo se han agravado con el tiempo.

"Me despertaba en medio de la noche y podía escuchar este sonido en mi cabeza, era intenso y sentía presión en las sienes. Al mismo tiempo escuché un zumbido tenue que oscilaba", recordó Werner.

Al principio pensó que todo ello era producto de la propia contaminación ambiental en el país asiático. Sin embargo, al observar cómo sus mascotas también vomitaban sangre y al escuchar los reportes de lo sucedido en la sedes habanera, cambió de idea.

Por último, está el caso del Robyn Garfield, antiguo agregado comercial en el consulado de Shanghai. El diplomático dijo haber presentado dolencias similares a las de sus compañeros.

Garfield se consultó con médicos del Departamento de Estado, quienes le informaron que sus síntomas eran resultado de un accidente que sufriera hace 17 años jugando beisbol. Una afirmación contradictoria para el funcionario, ya que tanto su mujer como su hijo sufrieron los mismos padecimientos y no practican el citado deporte.

En mayo del pasado año, Mike Pompeo admitió la existencia de 14 casos de este tipo en la Embajada norteamericana en China. Todos presentaron cuadros médicos parecidos al del personal en La Habana. No obstante, "por razones que no están claras” el consultorio médico del Departamento de Estado indicó que ambos sucesos no estaban relacionados.

Hoy en día, Lenzi dice no tener dudas sobre lo ocurrido. Para el diplomático, Beijing es más importante que la provincia capitalina de Cuba y hay conspiración de por medio.

El pasado jueves, el Gobierno de la Isla reveló contenido de sus propios estudios sobre los incidentes de salud producidos en La Habana. Además, volvieron a negar la existencia del ataque acústico.

Tras una larga investigación, los especialistas cubanos concluyeron que "no hay evidencia, teoría ni resultado investigativo apegado a la ciencia que justifique el término ataque", indicó el director para Estados Unidos de la Cancillería cubana, Carlos Fernández de Cossío, en rueda de prensa.

Un aproximado de 26 funcionarios y diplomáticos de la administración de Trump, destinados en La Habana, han presentado desde principios de 2017, cuadros médicos con estas descripciones.

A la par, 14 trabajadores de la sede diplomática de Canadá en la Isla han declarado haber sufrido síntomas como lesiones cerebrales, mareos, dolores de cabeza y falta de capacidad de concentración por motivos que aún se desconocen.

Por estos motivos, ambas embajadas han reducido al mínimo su personal en la Isla.

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