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Madre cubana con un hijo autista y otro por diagnosticar denuncia que el Gobierno le da la espalda

“Soy madre y mis hijos están primero que todo. Me duele que me traten así cuando lo único que pido es ayuda”.

Familia cubana (imagen de referencia) © CiberCuba
Familia cubana (imagen de referencia) Foto © CiberCuba

Este artículo es de hace 4 años

La cubana Hermosa Altuna Niebla, residente del municipio Yaguajay en Sancti Spíritus, es madre de dos menores de edad. Recientemente, denunció a través del diario oficialista Juventud Rebelde la desatención de las autoridades con respecto a su difícil situación familiar.

El hijo de seis de Altuna, César Miguel García, fue diagnosticado el pasado octubre con “autismo infantil típico” en la ciudad central de Santa Clara. La espirituana tuvo que recurrir a un centro médico de otra provincia ante la negativa del Centro de Diagnóstico y Orientación (CDO) de su propio municipio.

“¿Por qué en Santa Clara? Porque en mi provincia desde los dos años de César, no me lo quisieron diagnosticar”, explica.

Según expresó, cada vez que se acercaba a la institución médica de su localidad, preocupada por el bienestar de su pequeño, no le respondían. Los especialistas del centro diagnosticaron a César por “lesión estática” y no por autismo.

Altuna lleva inmersa en este dilema desde octubre del pasado año y no ha habido avance alguno. Los médicos de Yaguajay no han hecho caso al dictamen de los galenos en Santa Clara y continúan afirmando que el menor debe ser revaluado en la provincia natal. Sin embargo, no lo han hecho.

“Ahora que tengo el diagnóstico y se los informé, tampoco me hacen caso”, agregó.

A la par, la cubana se encuentra actualmente de licencia sin sueldo al tener que atender a César. El niño de seis años tiene un maestro ambulatorio tres veces por semana, por lo que no ha podido reincorporarse a su puesto de trabajo.

Altuna es también madre de Carlos Javier Gutiérrez, un menor de un año y siete meses. Sin embargo, por no estar laborando, no ha podido inscribir al pequeño en un círculo infantil. El niño, igualmente, ha presentado síntomas similares a los de su hermano mayor, propios del autismo.

Con intención de resolver esta problemática, la espirituana se entrevistó con el director municipal de Educación de Yaguajay. Le pidió al funcionario integrar a Carlos a un círculo infantil, pero este se negó, al no estar ella trabajando.

“Vivo sola con mis dos hijos y mi esposo”, dice. “No tengo a quién dejarle a César para eso”.

Ante la falta de ayuda por parte del Gobierno municipal y provincial, Altuna se verá obligada a llevarse a su hijo autista al trabajo para garantizar su cuidado.

Soy madre y mis hijos están primero que todo. Me duele que me traten así cuando lo único que pido es ayuda”.

Altuna recuerda haber sido una de las primeras personas en dar “el paso al frente” cuando Fidel Castro convocó a maestros para el contingente pedagógico “Valientes”.

“Trabajé en mi provincia por cinco años fuera de mi casa en un contingente de maestros porque Educación lo necesitaba. Y ahora cuando necesito de su ayuda me la niegan”, concluye.

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