Ha sido liberado Delfín Miguel Argote Guerrero, el médico de nacionalidad cubana señalado como presunto responsable de la muerte de una joven de 22 años durante una cirugía estética, practicada en una clínica de Caracas.
Medios mexicanos indican, citando fuentes policiales, que Argote Guerrero fue liberado ante la ausencia de elementos que probaran que, Johana Solsiré Martínez Rodríguez, murió como consecuencia de una mala praxis mientras era sometida a una lipotransferencia.
La familia de la víctima ha denunciado que el médico ni siquiera ha sido presentado ante la Fiscalía, e insisten en que el galeno cubano tendría "influencias tanto en el Ministerio Público como en la policía científica", que habría utilizado para quedar en libertad.
La autopsia practicada a la joven de 22 años fallecida ha situado como causa del fallecimiento un trombolismo bilateral severo consecuente a un acto quirúrgico.
Mientras le succionaban la grasa, un coágulo de la misma fue hacia sus pulmones y ello provocó el fallecimiento.
La autopsia se realizó en presencia de un fiscal, quien avaló las conclusiones acerca de que el fallecimiento se debió a circunstancias naturales, al tiempo que descartó la responsabilidad del médico cubano en el deceso.
Los familiares de la joven, por su parte, continúan pidiendo a las autoridades que investiguen más el caso y sostienen que sí hubo mala praxis.
Johana Solsiré Martínez Rodríguez residía en Panamá desde hacía dos años, pero viajó el lunes a Caracas para someterse a una lipotransferencia, y tenía previsto regresar luego a territorio panameño.
Franyelis Rodríguez, hermana de la víctima, ha declarado que Johana fue trasladada al quirófano del Centro Médico Ambulatorio "Iboma" en la mañana del martes.
Estaba estimado que la intervención tuviera una duración aproximada de tres horas, pues era una lipotransferencia del abdomen a glúteos y senos, una operación calificada de bajo riesgo y que no debía durar más del tiempo indicado.
Sin embargo, con el paso de las horas y antes el desespero creciente de la familia, les explicaron que había problemas y que la joven estaba siendo estabilizada para ser trasladada a una Unidad de Cuidados Intensivos de un centro médico cercano.
Minutos después arribaron al lugar dos funcionarias, miembros del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, que entraron al quirófano y se llevaron del lugar al médico cubano.
Johana Solsiré Martínez sufrió cuatro paros respiratorios, pero no consiguió sobrevivir al último y habría fallecido sobre las 6:40 pm (hora local) del martes.
La joven habría pagado unos 3.800 dólares por la cirugía y se había realizado los exámenes preoperatorios en Panamá, donde había obtenido la residencia y trabajaba en una discoteca como mesera. Johana deja huérfano a un niño de seis años de edad.
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