A 62 pesos cubanos, con escasas viandas y con huesos de los que no puede desprenderse casi carne, así vendieron a los camagüeyanos los paquetes para hacer ajiaco en los puntos de venta estatales durante las celebraciones de San Juan.
Como ha sucedido con muchas fiestas populares en Cuba, los carnavales o las Fiestas de San Juan en la provincia de Camagüey se han visto reducidos a causa de la deficiente economía nacional y también por el escaso apoyo del Gobierno a las tradiciones populares.
“Para el inicio del San Juan el pasado 24 de junio se situaron a la venta más de 6.950 cortes de ajiaco a un precio aproximado de 62 pesos cada uno, sin condimentos vitales, y los huesos o ¿Costillas?, el cárnico básico de la tradicional elaboración, era lo más caro y no siempre poseían la cantidad y calidad requerida”, denunciaron los vecinos de Camagüey al periódico oficialista Adelante.
Cada vez son menos los locales que se suman a la elaboración del ajiaco, plato tradicional de estas fechas en Camagüey, a causa de los altos precios y la mala calidad de los productos que vende el Gobierno a propósito de la festividad.
Los subsidios del Estado para estas celebraciones tradicionales cada vez son más pobres, lo que impacta negativamente en las culturas locales.
Los carnavales en Cuba han degenerado en los últimos años a ritmo acelerado. Muchas historias violentas acerca de robos, asaltos y peleas comienzan a circular una vez arrancan los carnavales en las ciudades y pueblos de Cuba.
En Santiago de Cuba, por ejemplo, en los carnavales del año pasado, 13 personas resultaron heridas en los pocos días que duraron los festejos.
También se duplicó la tenencia de armas blancas con respecto a 2017, con 35 enfrentamientos de ese tipo en áreas públicas y de alta concentración popular.
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