El cubano Elías Pérez Bocourt fue liberado este martes, según informa Diario de Cuba, por cumplimiento de sanción y tras haber permanecido 27 años en la cárcel.
Pérez Bocourt estuvo involucrado en el caso del Club Náutico de Tarará, a inicios de 1992, en el que murieron cuatro policías, incluido el sargento Rolando Pérez Quintosa, y como consecuencia del cual fueron ejecutados dos cubanos que intentaron secuestrar una lancha junto a un grupo de personas.
Aunque no estuvo vinculado directamente en el hecho de sangre, Pérez Bocourt fue acusado de los delitos de "cómplice de asesinato y piratería", y condenado a 30 años de cárcel.
Según declaraciones del sindicalista Iván Hernández Carrillo al citado medio, Pérez Bocourt sufrió durante sus años en la cárcel muchos actos de vejación, entre ellos golpizas, principalmente en Kilo 8 (Camagüey) donde “lo golpeaban los días en que se conmemoraba la fecha en que él trató de salir del país. Como para que no se le olvidara”.
A ello se suma que habría estado durante ocho años en una celda solo y los guardias ordenaban a los presos comunes que le lanzaran excrementos.
Un relato difundido por Cubanet en el 2011 contaba que Elías Pérez Bocourt tenía 22 años cuando supo que unos vecinos suyos iban a abandonar clandestinamente el país en una lancha rápida y decidió formar parte del plan.
Bocourt contó que al llegar a la base náutica desconocía que existiera un acuerdo entre uno de los implicados y el custodio Pérez Quintosa, quien se dejó amordazar junto a su otro compañero.
El grupo siguió al embarcadero y abordó la lancha, pero esta no arrancó por tener una batería en mal estado y dos de los implicados regresaron a la posta, mientras Pérez Bocourt se quedó en el muelle con las mujeres y los niños.
Fue desde allí que escuchó el intercambio de disparos que se produjo a unos 200 metros de donde se encontraban, y luego todos huyeron. Según Pérez Bocourt, al día siguiente se enteró de que el intercambio de disparos fue porque llegaron inesperadamente dos policías.
Por ese mismo caso fueron sentenciados a pena de muerte y ejecutados, el 20 de febrero de 1992, Luis Miguel Almeida Pérez (24 años), y René Salmerón (22), acusados de asesinar a los oficiales, dos de ellos atados de pies y manos.
Pérez Bocourt formó parte de un grupo de siete personas que también recibieron sentencias: Pedro de la Rosa (15 años); Esperanza Atienzo y Miderglis Ponce, sancionadas a diez y cuatro años, respectivamente, y María Mendoza, a diez años. Todos intentaban salir del país en el mismo viaje.
Ya en el Combinado del Este de La Habana, lugar al que fue trasladado en el año 2000, Pérez Bocourt realizó varias protestas, entre ellas una huelga de hambre para que lo reconocieran como preso político.
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