En los primeros cinco meses de 2019 el Servicio Nacional de Migración de Panamá (SNM) ha devuelto a sus países a un total de 1 735 extranjeros, de los cuales 416 entraron dentro de la categoría de inadmitidos por parte los controles de seguridad, indicó el director general de ese organismo.
La página web del SNM aclaró que la mayor cantidad de inadmisiones y devoluciones desde los principales puestos de entrada a Panamá eran de “Colombia (719), Cuba (660), Venezuela (484), Nicaragua (431) y Ecuador (120)".
El comisionado de migración, Miguel López Cedeño, explicó que “de enero hasta mayo fueron aplicadas distintas acciones administrativas donde, entre otras medidas, destacan deportaciones, retornos, inadmisibles en tránsito, tránsito controlado y expulsiones”.
Según comentó entre las principales razones por las cuales se ha negado la entrada a Panamá se encuentra la inconsistencia en la entrevista, el no demostrar debidamente la solvencia económica del recién llegado, no disponer de una visa o permiso de entrada, pasaporte sin vigencia o documentación fraudulenta.
Cuba se encuentra entre las naciones cuyos ciudadanos reciben mayor cantidad de negativas, al solo estar precedida por Colombia, nación que históricamente ha reportado un número considerable de emigrantes hacia el norte.
Aunque la gran mayoría de los cubanos que se han propuesto viajar a Panamá lo han conseguido sin contratiempos, un número nada desestimable ha tenido la desdicha de se inadmitidos por el control migratorio panameño debido a diferentes causas, pero fundamentalmente asociadas a sospechas de “posible emigrante”.
Portar suficiente dinero en efectivo con el objetivo de mostrarlo en caso de ser solicitado, viajar con un título de propiedad, tener pasaje de regreso y reserva de un hotel durante la estadía, son algunas de las previsiones que los cubanos tienen en cuenta a la hora del control migratorio. Sin embargo, a veces nada de eso es suficiente.
El filtro se ha hecho mucho más selectivo en la misma medida en que la administración de Donald Trump ha desplegado una política abiertamente antinmigrante, presionando a los gobiernos de México y Centroamérica para que ellos mismos frenen el tránsito de latinoamericanos que buscan llegar a los Estados Unidos.
Solo en 2017 viajaron a Panamá unos 70 mil cubanos, en su mayoría para comprar en la Zona Franca de Colón. Según han reiterado las autoridades panameñas esos emprendedores que viajaron por cuenta propia importaron más de 100 millones de dólares en mercancías y artículos varios, una cifra que aumentó de manera considerable en 2018.
El número de cubanos ha ido en aumento tras el anuncio de Panamá de otorgar una tarjeta de turismo a los cubanos con una entrada válida al país por 30 días.
Dicha tarjeta, con un costo de 20 dólares, facilitó los trámites para las personas que cumplían los requisitos: licencia de cuentapropista, certificado de creadores (artesanos) y haber viajado con anterioridad a Panamá o a un tercer país.
No obstante, la entrega de la misma ha sido suspendida temporalmente, según anunció el SNM este miércoles.
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