La encargada de Negocios de Estados Unidos en Cuba, Mara Tekach, denunció este jueves un "aumento de la represión" en el país, informa la agencia francesa AFP.
"Se ve un aumento en la represión casi a diario en este momento", afirmó Tekach al citado medio sobre la condena a un año de prisión al periodista independiente de Cubanet, Roberto de Jesús Quiñones.
La funcionaria defendió la postura de Estados Unidos de usar las sanciones contra el Gobierno de Cuba. Hay que "negarle al régimen tener los recursos que está usando para esta represión", aseguró.
Tekach, quien visitó a Quiñones en su casa en Guantánamo, se refirió a casos de "hostigamiento, vigilancia arbitraria y de personas que no pueden salir de sus casas o de la provincia en la que viven", apunta AFP.
"El turismo es ilegal, el turismo americano hacia Cuba es ilegal y eso va a continuar", dijo sobre las sanciones impuestas a la isla como la prohibición de cruceros, los viajes pueblo a pueblo o la activación del título III de la Ley Helms-Burton, que permite las demandas a empresas que se enriquecen con propiedades confiscadas después de 1959.
El director para Estados Unidos de la cancillería cubana, Carlos Fernández de Cossio, señaló al citado medio que "el Gobierno de EE UU ha dejado casi sin contenido de trabajo a sus diplomáticos en Cuba. Para ocupar su tiempo y justificar salario, les exige mentir indecorosamente y repetir las sandeces de los senadores de la Florida".
Desde la llegada de Trump a la Casa Blanca, la postura flexible de Barack Obama con el régimen de La Habana fue dejada de lado por los pocos cambios democráticos en la isla y por el apoyo a la dictadura de Nicolás Maduro en Venezuela.
El turismo, una de las principales fuentes de ingreso para las arcas de Cuba, se ha desplomado hasta un 23,6%, según cifras oficiales.
EE UU aclaró, en varias ocasiones, que las medidas son contra el Gobierno y no contra los ciudadanos cubanos. De hecho, el turismo hacia casas de particulares y el alquiler en Airbnb sigue estando permitido para los norteamericanos.
El Estado de Cuba, sin embargo, incrementó en los últimos meses la represión a periodistas independientes como la colaboradora de CiberCuba, Iliana Hernández, el despido de personas no afines como la profesora Omara Ruiz Urquiola e incluso la persecución a grupos religiones o personas LGTBI+ no alineadas con el centro estatal CENESEX, controlado por la hija de Raúl Castro, Mariela.
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