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Marcelino Valdés, músico de una saga legendaria: "No creo en un intercambio cultural que discrimina"

"En mis conciertos el público podrá disfrutar de mis propias versiones de temas internacionales, boleros, jazz, baladas, canciones y, por supuesto, que no pueden faltar algunos números de mi tío Vicente, llevados a mi estilo"

Entrevista a Marcelino Valdés Stable © Facebook / Marcelino Valdés Stable
Entrevista a Marcelino Valdés Stable Foto © Facebook / Marcelino Valdés Stable

Este artículo es de hace 4 años

Marcelino Valdés (La Habana, 1951) es un artista que vive en Estados Unidos y al que de casta le viene al galgo, pues su familia paterna es una saga de legendarios músicos que arranca con el original septeto de Ignacio Piñeiro, pasa por su tío Vicentico y llega hasta nuestros días.

Reconoce la excelente preparación de los jóvenes músicos cubanos y avisa de que no discrimina al rap, el hip hop o el reguetón; aunque sabe discriminar lo bueno de lo malo.

Sobre el intercambio cultural entre Cuba y Estados Unidos lo tiene claro: no está de acuerdo porque el tardocastrismo introduce filtros que discriminan a varios artistas.

Como es trabajador infatigable, este viernes se presenta en el Alfaro’s (Miami) con la cantante Evelyn García Márquez, hija de La Musicalísima; y el 19 de octubre participará en la Gala de homenaje a otro grande, Meme Solís, que se celebrará en el Miami Dade Auditorium.

Se fue de Cuba –avisa- porque se cansó de fingir y para que su mamá no siguiera rogándole que hablara bajito.

Tú eres músico y vienes de una familia de músicos. ¿Cuándo te sentiste atraído por la música?

Te digo la verdad. En realidad siempre fui muy musical. Desde niño me encantaba la música. Toda la música, o mejor dicho, la buena música. Podía sentir pasión escuchando buena música clásica, jazz, popular, folklórica... pero no me visualizaba en un escenario frente a un público.

Marcelino Valdés junto a Elena Burke / Cortesía del entrevistado

Esa posibilidad estaba muy lejos de mi mente, a pesar de que en la escuela y entre amigos a veces cantaba algo, pero con mucho miedo escénico. Miedo escénico que no he superado aún, aunque no lo creas. Cada vez que salgo al escenario lo hago muriéndome de miedo. El público no se lo puede imaginar pero es así. Ya después va pasando.

Un tío tuyo ocupa un espacio propio en el pentagrama romántico cubano por haber guardado Los aretes que le faltan a la luna. Pero Vicentico y tú formáis parte de una saga impresionante, háblame de vuestra rama de los Valdés, pues en la música cubana hay dos familias virtuosas con idéntico apellido.

Marcelino Valdés junto a Rolando Laserie / Cortesía del entrevistado

Te confieso que tengo muy vagos recuerdos de mi tío Vicente. Mi tío salió de Cuba siendo yo un niño. Vagamente recuerdo su imagen con mi tía Jinny, su esposa, y mi prima Diana, su hija, la mayor de los tres, visitando mi casa antes de venir para Estados Unidos. Sus referencias más cercanas me llegan directamente de mi abuela Amparo, su madre, y de mis tíos y primos, sobre todo, Oscar y Lázaro. Ya después de mi llegada a Miami, el contacto con mi hermana Lidia Valdés y con la propia Diana, me acercaron más a la historia de mi tío. Ten en cuenta que yo llegué en el año 1994 cuando él ya se encontraba muy enfermo y falleció en 1995.

Quiero decirte que por parte de los Valdés se pudiera formar una orquesta; porque mi tío Vicente fue el más famoso, pues como tú dices fue el que 'guardó' "Los aretes que le faltan a la Luna", pero en la familia hay muchos nombres que te puedo mencionar que ocupan lugares importantes dentro de la historia de la música cubana.

Marcelino Valdés junto a Malena Burke / Cortesía del entrevistado

Comenzaré por mi difunto tío Alfredo Valdés, quien fuera fundador del Septeto Nacional de Ignacio Piñeiro. El fue la primera voz líder de esa agrupación musical cubana. Siendo un jovencito, en su voz se escucharon por primera vez "El guanajo relleno", "Pero qué lengua" y otros temas antológicos que identifican al Septeto. Y algo muy significativo fue, que después, con casi 80 años, mi tío grabó un disco en New York con esos temas que el cantó con el Septeto en su juventud.

Ahora te menciono a mi primo Alfredito 'Pupo' Valdés, ya fallecido también e hijo de Alfredo. Excelente pianista, arreglista, compositor y productor. Muy conocido en los círculos musicales, sobre todo de New York, donde desarrolló gran parte de su trabajo.

Marcelino Valdés junto a Álvaro Torres / Cortesía del entrevistado

Mi padre Marcelino Valdés fue un reconocido percusionista, bajista y cantante, quien después de su llegada a Estados Unidos en los finales de los 50, trabajó en las Orquestas de Tito Rodríguez y Manuel Fajardo. También tocó con Miami Sound Machine, entre otras agrupaciones. Te puedo mostrar unas fotos de su trabajo con Dizzie Gillespie en el emblemático Cotton Club, de New York.

Mi tío Oscar Valdés, "El viejo", como le decíamos cariñosamente, fue otro excelente percusionista. Sus hijos Oscarito Valdés y Lázaro Valdés gozan de gran prestigio como músicos: Oscarito tuvo un reconocido desempeño como percusionista y cantante de la agrupación Irakere, dirigida por Chucho Valdés. Y Lázaro tiene en su aval el haber sido pianista de la Banda Gigante de Benny Moré, además de dirigir otras agrupaciones y de ser compositor, arreglista y productor.

A esta lista se suman Oscar Valdés III baterista (tempranamente fallecido), Diego Valdés, Lazarito Jr director musical, pianista, compositor y productor; Rolando Valdés, percusionista; Bernardo Valdés-García, baterista, y sé que se me quedan algunos a los que les pido disculpas por no mencionarlos.

Si un lector de CiberCuba quisiera escucharte ¿adonde tendría que ir y que va a encontrar en tu show?

Yo me presento eventualmente en Alfaro's, un night club ubicado en la conocida Calle 8 de Miami. En mis shows me acompañan cuatro fantásticos maestros que conforman mi banda bajo la dirección musical de Enrique González Pérez, batería y percusión; Antulio Mora, piano y teclados; Michel 'El Gato' Hernández, bajo y Fidel Brizuela, saxos, iwi y guitarra.

En mis conciertos el público podrá disfrutar de mis propias versiones de temas internacionales, boleros, jazz, baladas, canciones y, por supuesto, que no pueden faltar algunos números de mi tío Vicente, llevados a mi estilo.

El próximo viernes 6 de septiembre tendré una presentación allí en Alfaro's, pero esta vez será con la pianista y cantante Evelyn García Márquez, hija de la excelente cantante Beatriz Márquez, conocida como La Musicalísima. Este show tendrá la peculiaridad de que tendremos un segmento en el que Evelyn interpretará canciones de mi tío y yo de su mamá.

Posteriormente, el sábado 19 de octubre, formaré parte del homenaje por el 60 aniversario de vida artística que se le rendirá a Meme Solís, una verdadera leyenda viviente de la música cubana. Esto será en el Dade County Auditorium. Y en diciembre, ya próximos a la Navidad, volveré a Alfaro's.

¿Que opinión te merecen los jóvenes músicos cubanos?

No se puede negar que los jóvenes músicos cubanos tienen una formación musical muy completa. Son impresionantes. Hay sobrados ejemplos que sustentan mi afirmación. También existen nuevas corrientes musicales como el reguetón, la música urbana, el rap, etcétera ejecutadas por algunos de nuestros jóvenes músicos que, como en todos los géneros musicales y en todas las épocas, encuentras cosas muy interesantes, otras no tanto y algunas muy malas. Yo estoy a favor de lo bueno, sea de antaño o nuevo.

Los jóvenes músicos cubanos tienen una formación musical muy completa. Son impresionantes. Hay sobrados ejemplos que sustentan mi afirmación

Recientemente, asistimos a la polémica por el llamado intercambio cultural entre artistas cubanos de dentro y de fuera de la isla y norteamericanos. ¿Estás a favor o en contra de ese intercambio?

Esta pregunta puedo respondértela muy brevemente: el intercambio debe ser consecuente con el significado del término semántico: intercambio. Si existen filtros, es decir, unos sí y otros no, entonces no es intercambio, por ende, estoy en contra. No es justo que le pongan obstáculos a determinados artistas.

El intercambio cultural debe ser consecuente con el significado del término semántico: intercambio. Si existen filtros, es decir, unos sí y otros no, entonces no es intercambio, por ende, estoy en contra

¿Por qué te fuiste de Cuba?

Me fui de Cuba en el año 1994. Me cansé de escuchar la misma retórica que aún persiste. El mismo discurso. Me cansé de no ser yo. Me cansé de que mi libertad interior no fuera plena. Me cansé de que mi madre, en su afán de cuidarme, me repitiera 'habla bajito mi hijo'. Me cansé de tener miedo. Me cansé de aceptar la política de 'la lógica de lo ilógico'. Por eso me fui. No tengo cabeza para tanto absurdo. Ser libre de pensar y decir no tiene precio. Ahora soy libre. Y por 'lógica de lo lógico', soy más feliz.

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Carlos Cabrera Pérez

Periodista de CiberCuba. Ha trabajado en Granma Internacional, Prensa Latina, Corresponsalías agencias IPS y EFE en La Habana. Director Tierras del Duero y Sierra Madrileña en España.


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