Una de las más misteriosas leyendas cubanas es la conocida como Luz de Yara. Está asociada a la muerte del cacique Hatuey y muchos pobladores de la región oriental de Cuba aseguran haber sido testigos de su presencia alguna vez.
Hatuey, el Primer Rebelde de América
El cacique taino Hatuey era oriundo de la isla Quisqueya (República Dominicana y Haití). Huyó de sus tierras por el asedio de los españoles y buscó refugio en Cuba, al llegar a la región de Baracoa contó sus dolorosas vivencias.
Hatuey comenzó a preparar a los habitantes para luchar contra los colonizadores. En documentos históricos se atribuye a los soldados de Diego Velázquez su captura, a más de 253 kilómetros de distancia de Baracoa, en Yara.
El origen de la leyenda
Se cuenta que los soldados españoles lo persiguieron con perros de caza y con tecnologías que hoy parecen arcaicas, pero en la época marcaba una buena diferencia. Fue delatado, atrapado y condenado a sufrir una pena terrible y desconocida por los aborígenes cubanos, la muerte en la hoguera.
Existe una famosa anécdota que cuenta las últimas palabras de Hatuey. Al confirmar con el párroco que los españoles iban al cielo, el cacique respondió: "No quiero yo ir allá, sino al infierno, por no estar donde estén y por no ver tan cruel gente."
Morir sin el perdón divino
Los presentes debieron pensar que el alma de Hatuey vagaría por el mundo y que no encontraría sosiego. Poco tiempo después empezó a aparecer una luz misteriosa en la zona donde fue quemado.
El estudio de la correspondencia de Diego Velázquez permitió a los historiadores cubanos definir un lugar bastante cercano al punto en que debieron ocurrir estos hechos históricos. Se trata del poblado de Yara.
La Luz de Yara, un símbolo de rebeldía
Descrita por los habitantes suele parecer un testimonio muy real. Se trata de una luz que se fracciona hasta en 7 partes. Se extiende generalmente desde el mar hacia el monte. Es inofensiva, pero muy impresionante.
Puede verse en la noche cerrada o justo antes de ponerse el sol. Quienes han sido testigos de su presencia tienen diversas versiones, pero por lo general alegan que esta luz es el alma del cacique que pretende indicar algo al caminante.
La leyenda tiene más de quinientos años y aún existen personas que aseguran haber visto la Luz de Yara. Desde el punto de vista científico, las luces pueden corresponderse a la existencia de fósforo o metano que al elevarse en el aire origina fuegos fatuos.
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