El jefe de la Policía de Bolivia, Vladimir Yuri Calderón, aseguró que no hay orden de detención contra el presidente saliente, Evo Morales.
En una entrevista telefónica con un canal de televisión local dijo el domingo por la noche que desconocía cuál era el paradero del exmandatario, quien presentó su dimisión después de que la Organización de los Estados Americanos (OEA) alertó que en los comicios del pasado 20 de octubre se registraron irregularidades.
Horas antes, Morales dijo que la policía tenía una orden detención "ilegal" en su contra, luego de que renunciara tras los pedidos de la oposición y las Fuerzas Armadas.
"Denuncio ante el mundo y pueblo boliviano que un oficial de la policía anunció públicamente que tiene instrucción de ejecutar una orden de aprehensión ilegal en contra de mi persona; asimismo, grupos violentos asaltaron mi domicilio. Los golpistas destruyen el Estado de Derecho", escribió el exdirigente en su cuenta de Twitter.
La OEA, que ejerció como observador oficial, señaló que las elecciones tendrían que ser anuladas debido a serias irregularidades y manipulaciones y que debería tener lugar una nueva votación.
Morales aceptó realizar unos nuevos comicios y reemplazar a los miembros del criticado tribunal electoral. Su rival Carlos Mesa, el senador Óscar Ortiz y el diputado opositor Rafael Quispe, entre otros, dijeron que el expresidente no debería presentarse a unas nuevas elecciones.
Los partidarios de la oposición están presionando para que la fecha de los comicios sea lo más pronto posible y así vitar que pase de la fecha del 22 de enero, momento en que el actual mandato de Morales llega a su fin.
El domingo Morales aseguró que las nuevas elecciones deberían involucrar a "nuevos actores políticos", pero no se explayó sobre si volvería a ser candidato.
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