La Administración Trump acaba de oficializar un plan de recortes que dejará sin beneficios de “food stamps” (sellos de comida) a unas 700 mil personas, y que hará más difícil la calificación para este tipo de programas.
El Secretario de Agricultura Sonny Perdue dijo que el nuevo recorte “moverá a más personas hacia el auto-mantenimiento y el empleo.
Se trata de un reclamo con largo historial en las filas republicanas: recortar ayudas públicas. De hecho el año pasado los republicanos en el Congreso intentaron sin éxito imponer cambios similares cuando el programa de “food stamps” fue renovado, pero estos fueron rechazados en el Senado.
La nueva regulación requerirá que los beneficiarios de “food stamps” tengan trabajo, aunque este requerimiento no se aplicará a quienes pasen de 50 años, sean discapacitados o en el caso de mujeres embarazadas.
Se trata de la primera de tres medidas que impondrá la Administración Trump contra las ayudas públicas y en específico contra el programa de sellos de comida. Según estudios del Urban Institute, en los próximos meses unas 3.7 millones de personas en todo el país podrían perder ese beneficio.
En Florida, el Departamento de Agricultura y Servicios al Consumidor ha dado la voz de alarma: “2.8 millones de personas en Florida lidian con inseguridad alimentaria, incluidos 850 mil niños. Reducir la asistencia nutricional federal es un paso en la dirección equivocada”, dijo Nikkie Fried en un comunicado público a finales de julio, cuando estas medidas se dieron a conocer por primera vez.
A finales de 2018, el Estado del Sol contabilizaba un preocupante 14 porciento de su población con ingresos por debajo de la media de pobreza nacional.
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