Yunet Cabrera, un cuentapropista de Matanzas, tenía un local rentado hasta el próximo 20 de diciembre, pero le cancelaron el contrato de alquiler y los animales que estaban dentro estuvieron más de 72 horas sin ingerir ningún alimento.
El pasado 30 de noviembre explicó en su perfil de Facebook que los pocos animales que quedaban en el "minizoológico de lo que era el bar restaurante Jardín Pelusin del Monte estaban sin comer y corrían peligro de morir".
En este sentido acusó al consejo provincial de las artes escénicas de Matanzas por "las arbitrarias y absurdas medidas" que habían tomado.
Cabrera detalló que estaba rentado legalmente, pero le pusieron un candado a la puerta del local y le imposibilitaron el paso. "No respetaron el termino del contrato", denunció ante CiberCuba.
Finalmente el 1 de diciembre después de la "presión ejercida por las redes sociales", este cubano recibió un mensaje en el que le notificaban que le permitían el acceso al espacio por un "tiempo limitado".
"Nos abrieron el jardín y lo que encontramos no fue agradable, las plantas casi secas y algunos de los animales, como temíamos, no resistieron mas de 72 horas sin alimento y murieron de sed o hambre", lamentó.
"Se pudieron sacar los animales que quedaban vivos en el Jardín de Pelusin del Monte en Matanzas, así como las plantas y demás pertenencias de lo que fue, durante cinco años; un espacio cuentapropia de una actividad seria y comprometida con las reglas y características de este centro cultural", agregó en la citada red social.
Yunet señaló que le quedaba la "satisfacción" de haber podido rescatar a animales y plantas, "pese a los que murieron por la soberbia y la falsa moral".
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