La Aduana General de la República (AGR) destacó este martes la “formación y capacitación” de su personal para hacer de Cuba un “destino seguro por los resultados de su gestión de calidad”, aunque las críticas de los usuarios parecen ir en sentido contrario.
Un resumen anual difundido por la agencia oficialista ACN cita explicaciones de especialistas de esa institución acerca de la certificación de un oficial aduanal, a la cual se le concede un nivel de exigencia que, a la postre, define quién puede o no realizar estas labores de control en los puestos de entrada de pasajeros y mercancías.
En la nota se encomia la efectividad, competencia y calificación de los servicios aduaneros cubanos, pero no se mencionan actuaciones abritrarias, maltratos, irregularidades, e incluso acciones delictivas, de los funcionarios de la entidad, que son denunciadas constantemente por pasajeros afectados.
No son pocas las quejas sobre el servicio brindado por los agentes en las terminales aéreas de la isla. Un cubano denunció en Facebook, por ejemplo, cómo los servicios aduaneros en el aeropuerto decomisaron a su madre varios artículos que pretendía ingresar a Cuba para la familia.
El hombre, visiblemente molesto mientras quitaba la nieve que cubría su automóvil, lamentaba que, después de arduas jornadas de trabajo en Estados Unidos para conseguir enviarle algunos obsequios a sus familiares, tuviera que enfrentar las confiscaciones injustificadas en un aeropuerto cubano.
Algunos comentan que son, precisamente, los cubanos que llegan desde Estados Unidos quienes más sufren la actuación irregular de los oficiales, que terminan habitualmente en el decomiso, justificado o no, de alguna propiedad entre el equipaje.
Un cubano que viajó el pasado 17 de noviembre a la ciudad de Holguín en un vuelo exprés para visitar a su abuela, en estado de salud delicado, dijo a CiberCuba que a su llegada al Aeropuerto Internacional Frank País lo retuvieron durante casi cuatro horas bajo investigación. Finalmente, le confiscaron unos walkie-talkie de juguete que traía consigo para regalar a sus hijos.
Sin embargo, el resumen difundido por la agencia de noticias oficialista subraya la eficacia de los aduaneros en la atención a la vigilancia sobre armas blancas, punzantes o contundentes, además de aerosoles y geles. También destaca el control con respecto a la entrada de drogas al país, un aspecto para el cual el régimen sostiene una política de tolerancia cero.
Hace unos días, dos ancianas con limitaciones físicas denunciaron que habían sufrido maltratos en el Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana, donde se acercaron a varios agentes de aduana en busca de auxilio. Según contaron, ninguno de los oficiales las ayudó y, por el contrario, alegaron que brindarles asistencia no estaba entre sus responsabilidades.
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