Especialistas cubanos informaron que todo el archipiélago podría experimentar sismos, contrario a la creencia generalizada de que solo determinadas zonas se exponen a temblores de mayor o menor envergadura.
Según declaraciones al medio oficialista Vanguardia del doctor en Ciencias Tomás Chuy Rodríguez, experto del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas, la zona de mayor peligrosidad se localiza en la porción suroriental del territorio cubano, vinculada al sistema de la falla Oriente (Bartlett-Caimán).
En esa zona históricamente ha registrado 2 de los temblores de mayor fuerza, pero la cronología que comprende el periodo 1528-2015, también apunta sacudidas telúricas fuera de dicha área, incluso algunos notables.
Uno de ellos se produjo el 23 de enero de 1880 en el poblado de San Cristóbal, que actualmente pertenece a la provincia de Artemisa, y alcanzó una magnitud estimada de 6.0 en la escala de Richter y de 8.0 en la escala MSK.
El especialista explica que el primero de los parámetros responde a la energía liberada por el sismo, mientras que el segundo expresa el nivel de los daños ocasionados a la infraestructura, lo cual significa que hubo por ese entonces considerables pérdidas materiales.
Otros casos representativos, ocurridos fuera de la zona oriental, son los sismos de Remedios-Caibarién, el 15 de agosto de 1939, con una magnitud de 5.6 y 7.0 de intensidad, y los de Alonso de Rojas, Pinar del Río, el 11 de junio de 1981, y Jagüey Grande, Matanzas, el 16 de diciembre de 1982. Este último llegó a agrietar paredes en centros escolares.
Chuy Rodríguez también recordó la actividad telúrica anómala ocurrida básicamente en la provincia de Santiago de Cuba entre el 17 de enero y el 4 de febrero de 2016, cuando hubo un total de 38 sismos perceptibles por la población. Varios de ellos tuvieron magnitudes mayores de 4 en la escala de Richter.
Este martes un fuerte sismo de 7.7 grados aconteció al noroeste de Jamaica, percibiéndose a lo largo del territorio cubano. Aun así, no se reportaron pérdidas materiales ni humanas.
La magnitud del terremoto creó un estado de alerta inmediata e incluso alcanzó regiones más distantes de la zona geográfica como varios estados de México y el sur de Florida. Los edificios de Brickell en Miami fueron rápidamente evacuados, a pesar de que los temblores allí fueron leves.
Otros datos aportados por el Cenais y el investigador Mario Octavio Cotilla Rodríguez, revelan que Cuba ha sufrido veintiocho terremotos de gran intensidad desde 1551 hasta 1992, en los que han muerto alrededor de 45 personas.
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