La empresa Aguas de La Habana tiene en funcionamiento una planta de procesamiento de escombros a domicilio para reutilizar el material resultante de demoliciones, derrumbes y acciones constructivas en la capital.
La planta abrió a mediados de 2019 y en su primera etapa operó solo en el municipio Centro Habana. En cinco meses de funcionamiento se acopiaron más de 5 mil metros cúbicos de residuos constructivos, convertidos en 4.513 metros cúbicos de material reutilizable, según precisa Tribuna de La Habana.
El resultante del proceso es “un tipo de árido de diferentes granulometrías, una especie de grava y arena mejorada”, que por ahora están empleando como relleno en zanjas y perforaciones relacionadas con Aguas de La Habana, así como “en la construcción y remodelación de obras civiles” de esa misma entidad.
En ningún momento la nota de prensa precisa que el resultante esté siendo puesto en función de los propios vecinos que entregan los escombros o en obras civiles que los beneficien directamente.
Desde noviembre extendieron la posibilidad también a La Habana Vieja, gran foco de derrumbes y demoliciones en la capital cubana.
La planta de procesamiento está ubicada en Guanabacoa pero los desechos son recogidos a domicilio, de forma gratuita y previa concertación con la oficina comercial.
En correspondencia con la magnitud que tengan que recoger, entregan al cliente determinada cantidad de sacos de un metro cúbico, con el propósito de que en ellos depositen los escombros para su posterior recogida.
La nota indica que la entidad también cuenta con un camión ampliroll y una retro para ser empleados cuando se trate de grandes cantidades de escombros que estén en la calle.
Irvins De la Victoria Gómez, jefe del grupo de tratamiento y aprovechamiento de escombros domiciliarios, explicó que la inestabilidad del combustible y la falta de materiales ha hecho que hasta el momento solo se trituren unos 10 ó 12 metros cúbicos -en 60 minutos- y unos 50 en una jornada de ocho horas.
La propia funcionaria precisa que en países europeos con larga tradición en estas prácticas se han llegado a moler hasta 24 metros cúbicos en una hora. Tienen en planes la idea de ampliar el servicio a todos los municipios de la capital, con la instalación de nuevas trituradoras.
La carencia de materiales de construcción para reparar o edificar viviendas para los cubanos, especialmente en la capital, es un obstáculo que el gobierno no ha podido resolver en décadas. Cuatro municipios habaneros enfrentan una situación crítica en sus inmuebles: Centro Habana, La Habana Vieja, Cerro y 10 de Octubre.
El derrumbe de un balcón que acabó con la vida de tres niñas en el barrio de Jesús María, el 27 de enero, ha servido para volver la vista hacia la gran cantidad de edificios y construcciones que constituyen un peligro en la capital cubana. Edificaciones habitadas y en pésimo estado constructivo que son el pan nuestro de cada día para miles de vecinos en La Habana.
Ante el temor creciente de los vecinos de la zona por la tragedia, decenas de edificios en peligro de derrumbe han sido identificados y señaladas en un mapa de Google, una iniciativa que surgió en las redes sociales luego del lamentable suceso de Jesús María.
Pese a los innegables beneficios de la planta procesadora de escombros, la pregunta sería en qué parte del proyecto los vecinos que entregan escombros podrán verse resarcidos con arreglos a sus viviendas.
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