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Murió el poeta y teólogo Ernesto Cardenal, cercano a Cuba y figura clave de la transición democrática en Nicaragua

El poeta nicaragüense Ernesto Cardenal, nacido el 20 de enero de 1925, murió este domingo a las 15:10 locales.

Poeta nicaragüense Ernesto Cardenal © Wikipedia
Poeta nicaragüense Ernesto Cardenal Foto © Wikipedia

Este artículo es de hace 4 años

El poeta y sacerdote nicaragüense Ernesto Cardenal, figura de liderazgo en la vida política y la cultura de su país durante las últimas seis décadas, falleció esta tarde en la capital de Nicaragua a la edad de 95 años.

Cardenal, nacido el 20 de enero de 1925, murió este domingo a las 15:10 locales (21:10 GMT), informó a la prensa Luz Marina Acosta, su asistente personal.

“Nuestro amado poeta ha emprendido su proceso de integración al Universo, con la mayor intimidad con Dios”, expresó Acosta, dos días después de que el escritor fuese internado en un hospital capitalino por un problema cardíaco.

Cardenal fue un sí­mbolo de la poesí­a revolucionaria en Nicaragua y América Latina, y sus textos marcaron generaciones de escritores y músicos en el continente.

Activo militante de la revolución sandinista (1979-1990) y ministro de Cultura durante el primer gobierno del Frente Sandinista (FSLN), Cardenal tomó distancia de sus otrora compañeros de viaje y criticó el liderazgo unipersonal del actual presidente Daniel Ortega, a quien acusó de iniciar “una dictadura familiar” tras su retorno al poder en 2007.

"Se va no solamente un amigo, sino un sacerdote, un conductor, un piloto de esa nave que es la dignidad de un país que sigue sufriendo y luchando”, dijo el cantautor Carlos Mejía Godoy, quien junto a Cardenal fue creador de la llamada Misa Campesina, un canto litúrgico que fue censurado por la Iglesia Católica.

La pieza musical de la Misa Campesina, por Mejía Godoy, fue un canto extendido en Latinoamérica y fue inspirada en el trabajo que Cardenal realizaba con campesinos en el archipiélago de Solentiname, donde el poeta fundó una comunidad rural, predicó el evangelio y impulsó la creación artística entre sus habitantes.

El autor de Epigramas (1961) y Cántico Cósmico (1992) fue cercano al gobierno de Fidel Castro en Cuba y se erigió también como una figura clave de la transición democrática en Nicaragua tras los desmanes autoritarios del sandinismo.

En su vasta trayectoria literaria sobresalen también los títulos Salmos (1964), Oración por Marilyn Monroe y otros poemas (1965), El estrecho dudoso (1966), Mayapán (1968), Homenaje a los indios americanos (1969), Canto nacional (1972), Oráculo sobre Managua (1973), El Evangelio de Solentiname (1975) y Canto a un paí­s que nace (1978).

Desde que en 1970 visitó la Isla invitado por Casa de las Américas, se aferró a los ideales que promulgaba en su discurso la revolución castrista a tal punto que le dedicó un volumen titulado En Cuba (1972). El texto incluye entrevistas a Fidel Castro, José Lezama Lima y la madre de Camilo Cienfuegos, así como anécdotas de los encuentros del autor con Cintio Vitier, Roberto Fernández Retamar y otros escritores cubanos.

Considerado "el poeta de la revolución nicaragüense", se inscribió en la corriente de la poesía coloquialista latinoamericana y fue un activista efectivo del proceso sandinista, hasta que en 1994 se desligó del mismo por la deriva autoritaria que estaba tomando.

Después de tomar esa decisión, el poeta comenzó a sufrir un acoso político con persecuciones judiciales, encabezado por Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo.

El poeta llevaba mucho tiempo denunciando la descarada corrupción y la dictadura neosomocista de ambos y llegó a afirmar que era “un perseguido político en Nicaragua por el gobierno de Daniel Ortega y su mujer, que son los dueños de todo el país, hasta de la justicia, de la policía y del ejército”.

Entonces Cuba olvidó la antigua amistad y le dio la espalda a Cardenal, al punto que ningún intelectual oficialista, ni siquiera Fernández Retamar -que todavía se desempeñaba como presidente de Casa de las Américas- ni ningún funcionario del gobierno, levantó la voz para defenderlo.

Cardenal, un representante de la Teología de la Liberación, luchó contra la dictadura de Somoza y luego se unió a la revolución inspirada en el prócer independentista Augusto César Sandino (1985-1934).

En 1984, el papa Juan Pablo II le prohibió administrar los sacramentos como castigo a su labor comunista hasta que el pasado año el papa Francisco le levantó la sanción.

El funeral de Cardenal se realizará este lunes en Managua y para el martes sus familiares invitaron a la ciudadanía a sumarse a una misa de cuerpo presente en la Catedral Metropolitana de la capital nicaragüense. Su cuerpo será cremado y sus cenizas serán llevadas por última vez a Solentiname, donde será enterrado junto a los campesinos que cayeron luchando contra Somoza en esa isla.

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