Los vecinos de una comunidad situada en el kilómetro 2 y medio de la carretera de San Juan y Martínez, en la provincia cubana de Pinar del Río, denunciaron que el servicio de agua llega a esa zona cada ocho días, mientras que cerca de allí hay cuatro salideros por los cuales se despilfarra el líquido.
En una carta enviada al diario oficialista Juventud Rebelde, los vecinos Lien Lezcano Arencibia, Guillermina Arencibia Peña y Caridad Ceballos Morejón dijeron que en esa comunidad de 21 viviendas -enclavada en el municipio donde se cultiva el tabaco calificado como el mejor del mundo- la situación es insostenible y pésimo el servicio estatal de agua.
El abasto llega muy deficitariamente, debido a la depresión de los mantos freáticos de la zona, explicaron. Sin embargo, a consecuencia de cuatro salideros impunes, se despilfarra el agua que tanto necesitan allí, subrayaron en el mensaje.
"Se hizo un arreglo, pero casi inmediatamente se creó otra situación. Los vecinos hemos estado volcados en solucionar el problema, pero ya no tenemos opciones", expresaron.
Por más que han intentado llamar la atención de las autoridades no lo han conseguido, "los salideros no los han arreglado, y el agua se sigue perdiendo. Cuando llega, hay muy poca presión en las 21 casas. Nos han visitado, observan la afectación, pero no aparece solución", afirmaron.
Cuentan, además, que como parte de las iniciativas comunitarias para resolver el problema, en 2016 los vecinos compraron en la Dirección Provincial de Acueducto las tuberías, abrazaderas, acometidas y otros dispositivos por valor de 14 000 pesos cubanos (CUP), sin resultados.
Además, han elevado la problemática "a todas las instancias provinciales por parte de los vecinos y la delegada desde 2017, y la situación no se soluciona", señalaron.
La escasez de agua en Cuba se vuelve cada día más crítica y preocupa a la población, especialmente ante la epidemia del coronavirus.
De momento hay cuatro casos confirmados del COVID-19 en la Isla, y mientras el gobierno pide incrementar las medidas de higiene para evitar el contagio, los cubanos se sienten de manos atadas ante la escasez de artículos de aseo, medicamentos y los problemas con el abasto de agua.
Hace dos semanas la prensa oficialista informaba que unas 330 000 personas en La Habana tienen dificultad en el abastecimiento de este líquido vital, pero la situación afecta a varias zonas del país.
A otros lugares donde el abasto es más regular, el agua llega contaminada y muchas veces no apta para el consumo, por lo que el gobierno dijo que garantizará la venta de hipoclorito de sodio para desinfectarla y de lejía para la limpieza de los hogares, a fin de evitar el coronavirus.
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