El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este jueves que la economía del país podrá recuperarse rápidamente del impacto de la pandemia del coronavirus, que en los últimos 30 días provocó la pérdida de millones de empleos.
“Lo hicimos una vez, ¡lo haremos rápidamente por segunda vez!”, dijo el líder republicano en su cuenta de Twitter, al compartir una publicación de su hijo, Donald Trump Jr.
“Después de que pase la pandemia y podamos encender nuestro motor económico, estoy ansioso por ver a Donald Trump hacer que Estados Unidos sea grandioso otra vez. ¡Otra vez!”, había escrito el hijo del mandatario en la red social.
La optimista declaración del jefe de la Casa Blanca se da justo cuando la nación llegó a una cifra récord de solicitudes de ayudas estatales por desempleo.
Según los datos más recientes del Departamento del Trabajo, 26 millones de personas pidieron estos beneficios en las últimas cinco semanas, lo cual confirma que el coronavirus ha provocado la pérdida de todos los empleos creados durante la etapa de mayor crecimiento laboral en la historia norteamericana.
En la semana que concluyó el pasado sábado 18 de abril, los pedidos iniciales de ayuda estatal por desocupación se elevaron hasta llegar a los 4,427 millones, de acuerdo al organismo.
Esta situación se ha dado en prácticamente todo el territorio nacional, debido a las restricciones impuestas por las autoridades para frenar el avance del coronavirus. Las medidas de confinamiento social y el cierre de negocios no esenciales prácticamente han cerrado la economía.
Donald Trump lleva días abogando por comenzar a reanimar la actividad económica y volver a la normalidad, una idea que es apoyada por gobernadores de estados como Florida, Ohio y Texas.
Sin embargo, sus intenciones chocan con las cifras que muestran la incidencia de la COVID-19 en el país. Y es que según los datos más recientes de la Universidad Johns Hopkins, existen un total de 842.624 casos confirmados y 46.785 muertes.
Frente a aquellos líderes locales que subrayan que aún es muy pronto para reanudar el comercio, y que incluso se plantean prolongar el confinamiento mientras piden más pruebas para detectar el virus, Trump insiste en que un cierre nacional no es sostenible a largo plazo, y recalca la urgencia de comenzar un proceso de apertura.
Eso sí, la decisión final la tomará cada gobernador, no la Casa Blanca, y las medidas no serán obligatorias.
De acuerdo a su plan, dado a conocer el pasado 16 de abril, el 1ro de mayo deben entrar en vigor de forma gradual las regulaciones para reactivar la economía, concebidas en tres fases, las cuales tendrán en cuenta tanto los resultados de una cantidad alta de tests de diagnóstico como la disminución sostenida del número de casos durante un período de 14 días.
Algunos estados, sobre todo del sur, se han adelantado y están permitiendo que comercios considerados no esenciales reabran, pese a que la orden de distanciamiento social recomendada por el gobierno federal termina oficialmente el próximo 30 de abril.
Trump los alienta en Twitter. “Los estados están regresando de manera segura. Nuestro país está comenzando a abrir para los negocios nuevamente”, expresó.
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