Un grupo de ciudadanos de la localidad de Santa Fe, en el municipio de Playa en La Habana, estuvo haciendo cola desde las 4 de la mañana para comprar pollo.
El periodista Yusnaby Pérez compartió unas imágenes en su página de Facebook, en las que se ve la aglomeración de personas para adquirir este alimento básico.
Ante las instantáneas varios usuarios respondieron lamentando que se produjeran debido a la crisis que hay en el territorio cubano, más aún en una situación de salud tan sensible como la actual.
"Es triste especialmente por la situación de la pandemia, pero esto ha pasado siempre. Pasé 23 años en Cuba y hasta con una barriga de 8 meses me tocaban colas inmensa", se lee en uno de los comentarios.
"Pero a los hijos y nietos de estos malos gobernantes no le falta nada y el pueblo sigue aguantando. ¿Hasta cuándo?", dijo otro.
Estas escenas son constantes y habituales en el territorio cubano, a pesar de que el Gobierno de La Habana anunció el pasado 23 de abril un paquete de medidas para intentar reducir las colas.
En este sentido el Consejo de Defensa Provincial informó que se iba a reordenar la venta de productos de primera necesidad, como los cárnico o de aseo, en las tiendas recaudadoras de divisas; además de poner en marcha la venta de un módulo de aseo regulado en las bodegas.
Sin embargo, estas directrices no parecen haber tenido éxito, pues siguen produciéndose largas filas en las que no se mantiene la distancia de seguridad, lo que incrementa el riesgo de contagio en medio de un escenario de crisis sanitaria.
Días antes el Mercado de Cuatro Caminos, también en la capital cubana, amaneció con aglomeraciones de personas que, pese a las recomendaciones para evitar la propagación del virus, se ven obligadas a exponerse para poder adquirir productos de primera necesidad.
La falta de alimentos y de abastecimiento en las tiendas incrementa la desesperación de los cubanos, lo que termina desembocando en las largas filas de personas que esperan su turno para comprar comida o productos de aseo, tan demandados y necesarios para evitar el contagio del coronavirus.
Recientemente varios cubanos también optaron por dormir en los exteriores de las tiendas para ser los primeros en la cola y así poder comprar alimentos.
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