Roxana Martínez Romero, vecina de calle D entre 5ta y Final en el municipio Guanabacoa, lamenta que, tras su denuncia reciente en las redes, las autoridades cubanas no hayan mostrado interés en el caso de su hijo de nueve años, Jonathan David, en silla de ruedas tras ser operado de una espina bífida con solo un mes de nacido.
“No es justo que a pesar de que está en esas condiciones no tenga un poquito de comodidad, la que necesita un niño para ser feliz”, dijo con lágrimas en los ojos la joven cubana ante las cámaras de Cubanet.
La trabajadora social que debe atender su caso vive a dos cuadras de su casa pero nunca visita al niño y la maestra tampoco puede ir porque, según le dijeron, había falta de docentes en las escuelas.
Al niño le salen escaras cuando usa pañales de tela antiséptica, cuenta la madre, quien aclara que si son desechables no hay problemas. En varias oportunidades ha pedido ayuda a las autoridades cubanas en este tema, pero siempre ha recibido un no como respuesta.
"No le dan medicamentos para que no le salgan las escaras", añade Martínez Romero, quien logró recibir algunas donaciones de culeros desechables gracias a amistades que viven en el exterior.
El 18 de mayo esta madre de 24 años publicó un video en Facebook donde calificaba de “falta de respeto” que nadie en el gobierno cubano se preocupara por su situación.
“Yo no busco ayuda por lujo ni por comodidad es solo una necesidad por el bienestar de mi niño, hagan conciencia ¿o acaso se perdió la humanidad?”, mencionó en el mensaje de la red social.
Su caso, sin embargo, no es el único en Cuba de madres que se sienten desamparadas ante el gobierno.
En el reparto Alamar otra madre cubana publicó la grave situación económica que vive con una niña autista. Su mensaje se volvió viral e incitó a otras mujeres de la isla a perder el miedo y denunciar sus casos.
Tras publicar el video, diversos cubanos residentes en Estados Unidos lograron reunir dinero y enviarlo a la la familia, que agradeció el gesto.
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