Estudiantes de Medicina de origen peruano, en La Habana, han descrito a sus familiares y a la prensa peruana el desabastecimiento de alimentos que sufre Cuba y las largas colas que tienen que hacer para comprar comida.
El coronavirus recrudece la situación alimentaria en la isla. Según describe El Comercio, sus entrevistados en La Habana aseguran que han hecho colas desde la medianoche para intentar comprar un poco de pollo.
Unos 70 peruanos, entre residentes y turistas varados, piden a su embajada en La Habana que los ayude con la entrega de alimentos o con opciones para volver a Perú.
Las personas que relataron estas experiencias al diario El Comercio tampoco quisieron revelar su verdadera identidad, probablemente por temor a posibles represalias en sus centros de estudio.
Una de ellas declaró que las multitudinarias colas comienzan en la madrugada, a veces a las 10 de la mañana todo se acaba y hay gente que pasó la noche ahí y no alcanza a comprar. La última vez que consiguió un kilo de pollo fue después de una cola de 7 horas.
Recuerdan, además, que son colas para comprar los productos racionados, casi siempre solo 2 unidades.
La Embajada de Perú en Cuba ha declarado un total de 70 ciudadanos, 18 turistas varados, 42 estudiantes y 10 trabajadores de hoteles de cadenas internacionales que aún se encuentran en la isla esperando un vuelo para poder regresar a su país natal.
La mayoría de los estudiantes son de la carrera de Medicina de Pregrado y Postgrado, además de 10 estudiantes de la Escuela Internacional de Cine y TV y de 2 de Ballet. Estos peruanos han creado un grupo de WhatsApp en el que comparten cada día sus experiencias con la esperanza de ser escuchados y recibir algún apoyo.
“Esto nos afecta a todos. Nadie puede comprar. Yo aún tengo algunos productos sanitarios que traje de la última vez que fui al Perú, pero a muchos compatriotas del grupo les hacen falta cosas. Los turistas tienen prohibido salir de sus hoteles”, explica uno de los afectados.
Señalan además que el gobierno cubano no ha podido brindarle elementos básicos para vivir a sus ciudadanos, por lo que menos se lo podrán garantizar a los extranjeros.
Otro efecto importante en sus economías es no poder recibir dinero desde el exterior. Una médica peruana, residente en Cuba con su hija de 5 años no recibe apoyo económico de su familia en Perú desde que se inició la crisis y sus gastos no le alcanzan ya para pagar el alquiler mensual.
“Afortunadamente, la dueña de la casa en la que vivo no me ha desalojado. Las cosas aquí son muy caras. Pasamos mucho trabajo para conseguir comida. Encima he tenido que dejar a mi hijita sola en casa para poder hacer las colas”, comentó a la prensa.
Estos peruanos explican que, a pesar de contactar con su embajada en múltiples ocasiones, no han recibido ninguna respuesta. Piden a las autoridades peruanas que al menos los apoyen enviándoles víveres.
Por su parte la Embajada de Perú en Cuba asegura que está trabajando a fin de encontrar una fórmula que permita darles un alivio a estos estudiantes de Medicina en lo que se refiere al acceso a los productos alimenticios y de higiene de primera necesidad.
La conclusión de El Comercio es que en Cuba no hay abasto suficiente que permita realizar compras para toda la semana en una sola ida al mercado. El país controla la epidemia, pero no el abastecimiento de alimentos y otros productos de primera necesidad a la población.
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