El Ministerio de Salud Pública (MINSAP) de Cuba trabaja en la redacción de normas jurídicas para la vuelta a la normalidad en el país una vez superada la pandemia del coronavirus.
Dagmara Cejas Bernet, directora jurídica del organismo, explicó a la Agencia Cubana de Noticias (ACN) que se trabaja en un proyecto de resolución vinculada a los requisitos generales y específicos que tendrán que cumplir los diferentes sectores de la economía para el periodo de recuperación, de forma que no se incumplan las medidas sanitarias para el control de la pandemia.
Esta disposición contemplará diferentes fases de apertura y establecerá cuándo es seguro transitar de una fase a otra.
También se realizan evaluaciones para que cuando se reabran las fronteras y se permita la entrada de vuelos internacionales, el país tenga herramientas para minimizar el riesgo de introducción del virus.
Según Cejas Bernet, mientras no exista una vacuna para prevenir el COVID-19, el virus va a estar presente en el país con un alto nivel de transmisibilidad.
Por ello, una segunda resolución regulará los centros de aislamientos, los cuales permanecerán aunque no en la misma cantidad que hay ahora.
“Debido a que los centros han demostrado ser una medida sanitaria eficaz se necesita un marco legal que disponga su funcionamiento”, dijo la especialista.
Por último, se trabaja en una norma relacionada con las normas de bioseguridad que se comenzaron a implementar con la pandemia pero que deberán mantenerse por un tiempo largo.
El pasado sábado el gobernante Miguel Díaz-Canel Bermúdez afirmó que el país no va a entrar en la etapa de recuperación del coronavirus “hasta que no estemos bien seguros de que hay un control exacto de la epidemia”.
El mandatario se refirió a la estrategia de la fase de recuperación del COVID-19, la cual en sus primeras fases mantendrá la exigencia del aislamiento social y físico, aunque a una menor escala y en determinados escenarios.
Otras disposiciones quedarán incorporadas para evitar rebrotes de la pandemia, entre ellas las medidas de higiene y desinfección, el seguimiento de los síntomas del coronavirus, el pesquisaje y el autopesquisaje, así como el tratamiento a las personas sospechosas de portar el virus, los enfermos y sus contactos.
Los expertos cubanos pronostican un primer rebrote de la enfermedad para mediados de noviembre. En ese nuevo brote las cifras de contagio serán inferiores a las actuales, no obstante, los especialistas advierten que no se debe subestimar la presencia del virus.
Para ese primer rebrote se estiman unos 285 casos activos.
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