Las imágenes de un niño cubano con el rostro pintado de negro y los labios rojos, en el programa televisivo La Colmena TV, avivaron este domingo en redes sociales la polémica sobre el racismo.
El rapero Alexey El Tipo Este compartió las capturas del episodio desde su cuenta de Facebook, lo que ha provocado un centenar de comentarios llamando la atención sobre la pintura de rostro o "blackface", una técnica considerada racista.
Un usuario señaló, incluso, que en el jurado del programa se encontraban dos afrodescendientes, quienes reaccionaron a la interpretación con elogios y risas. Se trata de Carmen Rosa López, directora del Coro Diminuto, y el repentista Emiliano Sardiñas, que acompañaron al humorista Osvaldo Doimeadiós en esas funciones.
Aunque el programa corresponde a la primera temporada del espacio, grabada en 2017, fue retrasmitido este domingo y el detalle no escapó a quienes lo vieron.
“Te diría que es increíble, pero lo triste es que no lo es. Nos enoja, pero no debe sorprendernos. Hay que luchar. Que siga la lucha”, plantea uno de los comentarios a la publicación.
“¿Y acaso no habrá niños que puedan representar el personaje sin tener que ser pintados? ¿O se les haces más difícil a ellos entrar en la Colmenita?, preguntó otro internauta.
“Esta para rebelión esa escena, para plantarse en la puerta, ¡¡abajo la pinche colmena hace rato que están zumbando sobre el dolor ajeno!!”, opinó un tercero.
El coordinador y cofundador del medio independiente cubano Yucabyte, Norges Rodríguez, señaló que no es la primera vez que la televisión cubana expone una escena semejante. Con anterioridad, este mismo mes, retrasmitió un episodio de la “comedia de situación” Punto G, donde aparece un actor igualmente con el rostro pintado de negro interpretando, al igual que el niño en la Colmena TV, a un personaje del teatro vernáculo cubano.
Este tipo de maquillaje suele emplearse para hacer parecer negra a una persona de piel blanca, y es considerado una práctica racista e insultante, motivo de controversias a nivel internacional como aquella en la que se vio envuelta el primer ministro de Canadá Justin Trudeau luego de exponerse en fotos con el rostro teñido de esa manera.
“Oscurecer tu rostro sin importar el contexto o las circunstancias es siempre inaceptable por el historial del racismo vinculado a esta práctica”, reconoció el propio mandatario canadiense. “Debería haberlo entendido entonces y nunca debería haberlo hecho”, agregó.
Muchos historiadores, activistas y políticos han condenado una costumbre que definen como un insulto racista, y que surgió en Nueva York, EE.UU., hacia el año 1830. La técnica servía para entretener a los blancos con espectáculos basados en estereotipos negativos sobre los negros en tono de burlas sobre sus expresiones, acentos y apariencia.
El contexto estaba marcado también por una profunda discriminación, ya que en esos años los negros ni siquiera podían aspirar a un trabajo sobre los escenarios. En el siglo XX, el maquillaje se extendió al cine, donde solo los blancos tenían papeles protagónicos.
“El blackface es una tradición fundamentada en el racismo, que consiste en gran medida en el miedo a los negros y en reírse de ellos”, dijo a la BBC en 2019 Kehinde Andrews, profesor de Estudios Negros en la Universidad de Birmingham y fundador de la Organización de la Unidad Negra de Reino Unido.
“Es un problema que existe desde hace mucho tiempo (también) en Europa. Desde los tiempos de Shakespeare en adelante, puede verse esta figura de gente blanca 'ennegrecida'. Es interpretada o como un demonio, un peligro o una forma de burlarse de la gente”, explicó.
El Negrito y El Gallego son personajes clásicos del teatro cubano. El primero ha sido interpretado por actores blancos con el rostro y los labios pintados, algo que parece no haber cambiado hasta el presente. En las puestas, El Negrito es una representación de la picardía, mientras que El Gallego se caracteriza por ser avaro y de pocas luces. Un tercer personaje, La mulata, suele acompañarlos y provocar situaciones de tintes humorísticos.
La Colmena TV es un programa de televisión cubano de carácter competitivo en el que participan niños de cinco a catorce años. La primera temporada comenzó su transmisión el 7 de julio de 2017.
La infortunada retrasmisión del episodio coincide con una escalada de tensiones a nivel internacional en torno al tema del racismo, a raíz de la muerte del afroamericano George Floyd en Minneapolis bajo custodia policial, después de un violento incidente.
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