Una iniciativa humanitaria surgió en redes sociales este miércoles para ayudar a un cubano que se encuentra en Montevideo, Uruguay, donde quedó prácticamente desamparado en las calles tras ser víctima de un robo.
En Facebook, una publicación explica que el antillano se llama Jimmy Alberto Salmerón y le sustrajeron casi todas sus pertenencias, incluyendo sus documentos. También le llevaron su moto de la que se valía para hacer su trabajo como repartidor, ocupación que no pudo mantener luego de perder el medio de transporte.
De igual modo, quedó sin alimentos ni ropa. El usuario Dainier Pacheco Arzuaga expone que lo ayudó con algunas cosas y le cortó el cabello. “Por favor, les pido q en lo q puedan ayudar seria de mucho, aunque sea lo más mínimo, pues anda con la misma ropa y los zapatos mojados de dormir en las calles”, refiere Pacheco.
“En estos momentos, se le consiguió donde dormir, en un motelito en Mercedes 924, no tiene teléfono ni cómo contactar con nadie pues se quedó sin nada, el que pueda llegarse hasta ahí y llevarte algo sería una bendición”, agregó.
“De antemano, un millón de gracias a todos los que se han preocupado y que Dios se los multiplique en miles más”, expresó.
El drama migratorio de los cubanos está plagado ya de historias semejantes. Muchos se aventuran ahora por el continente buscando mejorar la situación que los impulsó a salir de la isla controlada por un régimen totalitario, pero en el trance sufren múltiples vicisitudes.
Países como Chile y Uruguay han visto crecer en los últimos años la entrada de cubanos, fundamentalmente el segundo, devenido uno de los destinos predilectos de la nueva ola migratoria que se ha desarrollado en esencia a partir de las restricciones migratorias para ingresar a Estados Unidos, que históricamente fue el punto de concentración del exilio.
En el país sudamericano algunos antillanos han tenido desenlaces más trágicos que otros. Recientemente, fue hallado el cadáver de Pedro Escobar Carbajal, un cubano de 48 años que llevaba 15 días desaparecido en Uruguay.
Había llegado hace casi un año a esas tierras donde se dedicaba a realizar trabajos ocasionales. Su cuerpo fue hallado “flotando en un arroyo que cruza en el fondo de la finca”. Las investigaciones preliminares coincidieron en que Escobar sufrió una muerte violenta.
El año pasado asesinaron a otro cubano en Uruguay. Yons Corrales Contreras, de 35 años y de Santiago de Cuba; murió el 2 de diciembre en Montevideo por un disparo.
Más de 80 cubanos, han entrado a Uruguay en las últimas fechas provenientes de zonas de riesgo, pese al cierre de fronteras decretado por ese país sudamericano a causa de la pandemia del coronavirus, cuya administración ha mostrado uno de los mejores resultados en la región en cuanto al manejo de la epidemia.
El periplo migratorio de los cubanos desde Guyana hasta Uruguay, atravesando Brasil, preocupa a las autoridades y funcionarios de Migración, en especial porque el gigante sudamericano es uno de los países con más casos confirmados de coronavirus en todo el mundo al reportar más de 1 millón y medio de contagios, una cifra solo superada por Estados Unidos, la nación con los mayores números de la pandemia en el orbe.
En 2019, Cuba fue el país que más inmigrantes aportó a Uruguay con cifras de 33 personas cada día como promedio, según datos de la Dirección Nacional de Migración.
Silvia Facal y Belén Casal, investigadoras de la Universidad Católica de Uruguay que han estudiado el fenómeno migratorio de los cubanos, refieren que “la mayoría llega con el título de bachiller e incluso universitario”, pero se ven forzados a trabajar en empleos que exigen “mucha menos formación”, y que la población local no toma por desinterés.
“La población cubana ha venido a desarrollar tareas que, tras el crecimiento económico de los últimos años, los uruguayos han dejado de hacer. Eso se nota especialmente en el área de los servicios, de ahí que sea una inmigración muy visible en las zonas más céntricas”, apuntaron.
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