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Meliá califica de aceptable sus 1200 clientes en los tres hoteles reabiertos en Cuba

"Este va a ser un año en el que la empresa no va a ganar dinero en Cuba", dijo un representante de la hotelera.


Este artículo es de hace 3 años

La cadena hotelera Meliá calificó de "aceptable" una ocupación de 1200 turistas en sus tres instalaciones reabiertas en la isla luego de las medidas impuestas por la pandemia del coronavirus.

Los tres hoteles de la cadena española abiertos actualmente son el Meliá internacional y el Sol Palmeras en Varadero, y el hotel Luna Mares en Holguín.

La compañía también tiene listas varias de sus instalaciones en Cayo Santa María, Cayo Coco y Cayo Largo del Sur para prestar servicios una vez se recuperen los flujos turísticos internacionales.

Según voceros de Meliá, se ha aprovechado el parón de estos meses para remozar las instalaciones.

El subdirector general de la hotelera española en el país caribeño, Francisco Camps, reconoció que por el duro golpe que la pandemia ha asestado a la industria turística mundial la competencia entre destinos será "feroz": "tenemos que aceptar la realidad de que va a ser una recuperación lenta donde se irán abriendo los hoteles en la medida que exista demanda".

"Ha habido que reinventarse, tomar algunas medidas reorganizativas y este va a ser un año en el que la empresa no va a ganar dinero en Cuba, vamos a tener algunas pérdidas que no estábamos acostumbrados a tenerlas", apuntó Camps.

"Cuba puede dar réditos en el futuro al sector turístico de la Isla, aunque recuperar los niveles de 2019 podría tomar al menos dos años", considera el representante de Meliá.

"Teniendo en cuenta todas las facilidades del sistema sanitario cubano no tengo ninguna duda de que Cuba puede salir muy reforzada. Para ello hace falta que el mundo nos crea, porque no siempre el mundo se cree las cosas buenas que pasan en Cuba", señaló Camps en una reciente entrevista para la agencia EFE.

La Isla, que tiene en el turismo una de sus principales fuentes de divisas, cerró sus fronteras a inicios de abril y ahora ha puesto en marcha un plan de reapertura que en su segunda fase, ya vigente en todo el país excepto La Habana, permite la llegada de vuelos chárter a algunos cayos de las costas norte y sur de la isla, sin acceso al resto del territorio.

Allí los turistas no tendrán contacto con la población local y los empleados de los hoteles alternarán una semana de trabajo y una de cuarentena en sus casas.

El responsable de Meliá confió en que esta idea de separar el turismo local y extranjero "sirva como la mejor prueba" de que Cuba es un destino seguro y está preparada para recibir visitantes sin correr riesgos.

"Esa separación entre turismo internacional y nacional es algo que no está aplicando ningún otro país, creo que es una medida muy positiva", comentó Camps, quien recordó asimismo que al menos en la fase actual de reapertura a todos los turistas se les efectuará un test PCR "obligatorio y gratuito" y que todos los hoteles cuentan con un servicio médico permanente que supervisa la situación.

Por el momento no ha llegado ningún vuelo a estas "burbujas" turísticas, algo que el ejecutivo atribuye a que en los principales países emisores de visitantes a la Isla, como Canadá, todavía hay vigentes restricciones de viaje, en tanto la Unión Europea, otro mercado tradicional para Cuba, "paradójicamente" no la ha incluido en el listado de países desde los que se puede acceder al área Schengen.

"Las operaciones de Canadá es difícil que podamos esperarlas hasta finales de agosto o principios de septiembre, esa es una realidad. Aunque son cuestiones que van cambiando según la evolución", señaló Camps.

El Sol Palmeras, un clásico de Varadero, según la página oficial de Meliá, es un resort especial para familias, del sistema Todo Incluido con cuatro estrellas. Ubicado privilegiadamente frente al mar en Varadero, es un espectacular complejo de hotel y bungalows con piscinas rodeadas por jardines, terrazas y bares.

Según la página web de Meliá, figura como un hotel más seguro, pues debido a la crisis sanitaria se reforzaron los protocolos de seguridad e higiene, con más frecuencias e intensidad en la desinfección de todas las áreas, especialmente de puntos críticos.

También se han introducido nuevos productos y equipos homologados para garantizar los máximos niveles de limpieza, además de desarrollar un plan especial de prevención y mantenimiento para los equipos de climatización, refrigeración y circuitos de agua.

Igualmente, en todos los hoteles que abrirá Meliá paulatinamente en la Isla se garantizará la distancia de seguridad mediante la reducción de aforo en salones y áreas del hotel, la redistribución de espacios y horarios de servicios, así como una oportuna señalización para disfrutar sin preocupaciones cada área de la instalación.

La compañía lanzó una campaña a principios del mes pasado en las redes sociales para alentar a los turistas a que visiten sus instalaciones en la isla caribeña una vez que esta reinicie su actividad económica.

En varios videos publicados en sus redes sociales, además de las tradicionales imágenes de las playas cubanas, la firma muestra a los trabajadores de sus recintos hoteleros usando sus mascarillas protectoras mientras limpian maletas, asientos, baños y salidas de aire acondicionado.

Meliá administra más de 14 700 habitaciones en 34 instalaciones de toda Cuba, lo que la convierte en la mayor presencia hotelera en la isla. En Cuba, la mayoría de los hoteles estatales los operan compañías extranjeras mediante contratos de administración. Las españolas Meliá, Iberostar y Barceló gestionan el 70% de las habitaciones en la Isla.

La compañía hotelera española sufrió esta semana un varapalo judicial ante un juzgado de Mallorca que en una resolución con fecha 6 de julio en la que rechaza las tres peticiones planteadas por la hotelera española en su guerra con la familia cubana Sánchez Hill por la explotación de dos de sus hoteles en Cuba.

La resolución rechaza el supuesto "intento encubierto" de la familia cubana de saltarse la normativa europea de la aplicación extraterritorial de la legislación adoptada en un tercer país, la elevación del caso al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) y la confidencialidad del proceso que comenzó en junio de 2019, poco después de la activación del Título III de la Ley Helms-Burton de Estados Unidos.

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Ernesto Hernández Busto

Periodista y ensayista cubano. Fundador del sitio Penúltimos Días.


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