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Protagonistas de la protesta del 30 de junio en Cuba califican la experiencia de "entrenamiento para futuras manifestaciones"

Otero Alcántara considera que la indignación acumulada debería llevar en Cuba a una marcha diaria, y que el "cúmulo de todas esas marchas nos vaya educando como sociedad"


Este artículo es de hace 3 años

Los opositores Luis Manuel Otero Alcántara, Esteban Rodríguez, Maykel Osorbo e Iliana Hernández han coincidido en calificar de muy positiva la experiencia de la manifestación convocada el 30 de junio.

A pesar de que acabó con el arresto de más de 80 personas, coinciden en saber que no era para “tumbar a la dictadura”, sino para generar movimiento y preocupación en los represores, al tiempo que permitió ejercitar la unidad entre ellos (los activistas), y servir de punto de partida para futuras protestas.

Entrevistado para CiberCuba por Iliana Hernández, Luis Manuel Otero Alcántara afirma que conserva “remantes de la buena energía de ese día”, y defiende que aquello no fue “lo mismo con los mismo”, como han dicho algunas personas.

En este sentido, subraya que “hay que partir de cuál era la intención de la marcha”, motivada por la acumulación de sucesivas injusticias en pocos días, entre ellas la muertes de Hansel Hernández en Guanabacoa, la paliza recibida por él y Maykel Osorbo, y otros hechos recientes.

Otero Alcántara considera que toda esa indignación debería conllevar a una marcha diaria, y que el "cúmulo de todas esas marchas nos vaya educando como sociedad". “Los cubanos deberíamos acabar de aprender a exigirle al gobierno nuestros derechos", ha subrayado.

El artista independiente afirma “hay que seguir trabajando, hay que seguir organizando, hay que seguir estructurando”, y que la magnitud del inmenso despliegue del régimen ese día da la medida de lo que esperaban.

Esteban Rodríguez, por su parte, dijo que por primera vez pudo presenciar una unión entre las personas que participaron, y apunta que -aunque fueron reprimidos y maltratados- les permitió saber que estaban dispuestos a alzar sus voces contra la violencia y actuar unidos.

Maykel Osorbo, por su parte, dice que “lo más lindo fue tener sin dormir en sus casas a la Seguridad del Estado la noche entera”, y concluyó que lograron “enfocar a Cuba como un régimen represivo”.

Iliana Hernández, por último, asegura también que fue una experiencia única porque el gobierno fue capaz de movilizar casi hasta al ejército en previsión de lo que podía pasar.

La periodista de CiberCuba concluye, de modo similar a los otros activistas, que lo sucedido el 30 de junio fue "un entrenamiento para futuras manifestaciones”.

Una protesta pacífica fue convocada para el martes 30 de junio a las once de la mañana en varios lugares de Cuba, motivado por la muerte de un joven de Guanabacoa, Hansel Hernández, a manos de un policía y en protesta por otras injusticias.

En previsión de los acontecimientos, la policía hizo un amplio despliegue que bloqueó incluso los datos móviles de los teléfonos de los participantes, y la policía realizó numerosos arrestos y neutralizó la salida de sus casas a otros tantos.

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