El gobierno de Irán negó este sábado que Estados Unidos hubiese incautado un cargamento de combustible de ese país con destino a Venezuela.
"Dijeron que han incautado los barcos iraníes y que se los están llevando. Todo era mentira", aseguró el gobernante iraní, Hasan Rohaní, y afirmó que todo forma parte de una falsa noticia planeada por Washington tras su reciente fracaso en el Consejo de Seguridad de la ONU para extender el embargo sobre la venta de armas impuesto a esa nación en 2015.
"Plantearon este tema solo para escapar de la humillación y del fracaso político", expresó el líder del país persa, quien no ha perdido oportunidad este sábado para arremeter contra la administración de Donald Trump.
La Casa Blanca dijo el viernes que había incautado exitosamente un cargamento de 1.116 millones de barriles de petróleo perteneciente al Cuerpo de los Guardianes de la Revolución iraní.
Asimismo, el presidente Trump afirmó que los cuatro petroleros llamados Luna, Pandi, Bering y Bella tenían como destino Venezuela, pero tras ser interceptados fueron enviados al puerto de Houston, Texas.
Estados Unidos intenta presionar a los regímenes de Irán y Venezuela y les ha impuesto numerosas sanciones económicas, pero estos países grandes productores de crudo continúan aliados.
En mayo Irán envió cinco buques cargados con 245 millones de litros de gasolina para paliar la crisis en la nación suramericana.
Esa decisión agravó las relaciones de los dos países con Washington, donde Trump afirmó que el combustible era pagado en oro. Por esos días la Casa Blanca reforzó su presencia naval en el Caribe aunque Jonathan Hoffman, un portavoz del Pentágono, dijo a periodistas que no estaba al tanto de ninguna operación relacionada con los cargamentos iraníes.
Venezuela, miembro de la OPEP, necesita desesperadamente combustible para alimentar hasta 1800 estaciones de servicio que han estado parcialmente cerradas por semanas debido al insuficiente abastecimiento de las refinerías de la estatal PDVSA, que trabaja solo al 10 por ciento de su capacidad debido a una década de mala administración y falta de personal.
La crisis se ha agravado para el gobierno de Caracas con las sanciones de Estados Unidos desde 2019, las cuales han limitado las importaciones y afectado las refinerías.
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