Una investigación realizada en la provincia de Villa Clara, identificó problemas cardiovasculares en niños cubanos afectados por el nuevo coronavirus Sars-Cov-2, concluyendo que la mayoría de las afectaciones son reversibles si se detectaban de forma oportuna.
El estudio pretende extenderse al resto del país por disposición del Ministerio de Salud Pública (Minsap), a fin de reconocer las afectaciones que la pandemia podría traer a la salud de los menores.
Lisset Ley Vega, especialista de Primer y Segundo grados en Pediatría y de Segundo en Cardiología, detalló que la investigación comprendió a 36 menores, incluido uno con menos de un año de nacido.
La mayoría de los casos analizados rebasa los 10 años de edad, y 20 de ellos resultaron asintomáticos, lo que demuestra un peligro potencial al tener el virus, no manifestar síntomas, y transmitir la enfermedad a otras personas, apuntan medios de prensa oficialistas. Los asintomáticos fueron detectados tras vincularse con contactos de casos positivos y sospechosos; de ellos, dos con fuentes de infección en el extranjero.
Cinco de los menores estudiados, presentaron complicaciones cardiovasculares, ejemplificadas en la miocarditis o alteraciones en el músculo cardíaco, y pericarditis, una inflamación e irritación de la membrana que rodea al corazón.
Tales afecciones aparecen después de la infección viral, pero si son determinadas de manera oportuna pueden se reversibles la mayoría de las veces, a partir de la terapéutica y el seguimiento por parte de equipos especializados.
La especialista encargada del estudio subrayó que los niños no experimentaban antecedentes patológicos de enfermedades crónicas y mantenían un “estado nutricional óptimo”. Según refirió, en la actualidad estos menores poseen tratamiento según protocolos establecidos y cuentan con seguimiento en la fase de convalecencia.
Las autoridades sanitarias en la isla decidieron incluir el estudio cardiovascular a los casos de coronavirus comprendidos en la edad pediátrica. Según los datos, entre la sintomatología o signos reflejados durante el debut y la fase aguda de la enfermedad, figuraron la congestión y secreción nasal, la erupción cutánea (rash), fiebre, dolores de cabeza, vómitos y otras manifestaciones.
Ley Vega insistió en la necesidad de que los padres y la familia estén atentos a cualquier expresión semejante para contrarrestar al virus. Además, recomendó no suprimir la lactancia materna en el caso de los más pequeños, y asistir al médico ante cualquier síntoma que se parezca a un catarro o cuadro digestivo.
En la evaluación de la muestra, participaron el servicio y la red de Cardiología Pediátrica de Villa Clara, el Centro Provincial de Genética Médica, el Cardiocentro Ernesto Che Guevara, el Grupo Nacional de Pediatría y el Centro de Referencia William Soler, de La Habana.
Hace menos de una semana, el Ministerio de Salud Pública de Cuba reportó en un día 13 menores de edad contagiados con el coronavirus, casi todos residentes en La Habana, menos dos casos de Ciego de Ávila y uno de Candelaria, en Artemisa. Cuba no ha reportado oficialmente ninguna muerte de niños por coronavirus en el país.
Diversos estudios han coincidido en que el nuevo coronavirus no se trata de una simple afección respiratoria, sino que puede llegar a afectar varios órganos, en algunos casos con resultados catastróficos para la salud del infectado.
"Pensábamos que sólo se trataba de un virus respiratorio. Pero resulta que llega al páncreas, que ataca el corazón. Va por el hígado, el cerebro, los riñones y otros órganos. No nos dimos cuenta de eso al principio", advirtió en junio el doctor Eric Topol, un cardiólogo y director del Instituto Scripps de Investigación Transnacional de La Jolla, en California.
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