En un contexto de escasez generalizada e incesantes colas para adquirir productos de primera necesidad, el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel declaró que la fuerza de Cuba radica en la unidad que tiene en torno a la soberanía, la independencia, el socialismo, la prosperidad y la sostenibilidad.
"Es importante que sigamos ratificando nuestro sentido de la dignidad, nuestra convicción de no rendirnos y el reconocimiento de que nuestra fuerza radica en la unidad que tenemos en torno a la soberanía, a la independencia, al socialismo, a la prosperidad y a la sostenibilidad", dijo durante un encuentro con autoridades provinciales de todo el país.
Cuba lleva más de 60 años en crisis económica y culpando al Gobierno de Estados Unidos de las carencias que sufre por el bloqueo. En todos los años de revolución el Estado ha sido incapaz de estabilizar la producción e impulsar la economía del país.
Las palabras sostenibilidad y prosperidad en el discurso del mandatario cubano, por tanto, no encajan con la realidad de la Isla, donde el Gobierno ha sido incapaz de ofrecer los más elementales servicios y productos a la ciudadanía y no parece que pueda hacerlo de modo sostenible.
Díaz Canel insistió, además, en que el Gobierno cubano no va a renunciar a ninguno de los elementos antes mencionados, desarrollándolos desde un proyecto totalmente cubano y sin injerencias.
El modelo económico del socialismo cubano ha sido incontables veces criticado por estar diseñado para frenar el desarrollo, ser improductivo y penalizar a los emprendedores. La crisis del coronavirus ha empeorado aún más la situación en Cuba pues cerró uno de los grifos más importantes de la economía, el turismo.
Hablar de prosperidad en los momentos actuales es una falacia, porque hay un pueblo entero que lucha cada día por encontrar qué comer, se expone a un virus haciendo colas y pese a las posibles represalias por informar sobre estas cuestiones denuncian hasta el cansancio la dura realidad que viven cada día.
La Televisión Cubana señaló que la "compleja situación económica que vive el país desde antes del 2019" estaba motivada por carencias materiales, el deterioro de la producción agropecuaria y la hostilidad del gobierno estadounidense, a lo que se sumó este año los "efectos socioeconómicos" de la pandemia del coronavirus.
Miguel Díaz-Canel anunció que un grupo de expertos evalúa cómo "rediseñar el funcionamiento del país" una vez que se estabilice la situación epidemiológica.
Indicó, además, que pretende que la etapa futura sea encarada "con realismo para retomar la actividad económica y social" y que, llegado el momento, el Estado se centrará en la reactivación de la economía, especialmente de la agricultura y de la vida social.
Díaz-Canel continúa con la tradición heredada de culpar a Estados Unidos de los problemas de Cuba, y este jueves denunció supuestos intentos de "alentar un estallido social" en la Isla "como parte de los intereses electorales americanos", aunque no aclaró quienes son los responsables.
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