Un ciudadano belga que acostumbra a viajar a Cuba con frecuencia, compartió en sus redes sociales un listado elaborado por él con los alimentos que no se encuentran en la Isla ni con dinero para comprarlos.
Jean-Louis Adant, un informático que reside en México, publicó la lista en el muro de Facebook del grupo ‘Noticias de Cuba y el mundo’, y pese a la alta cifra de productos que cita, le quedaron muchos por incluir. No obstante, su post es un triste recordatorio de la severa y creciente escasez alimentaria que padece la población cubana.
Adant comenzó su texto diciendo que muchos cubanos siguen creyendo que donde único la salud es gratis es en su país, e incluso reveló que le llaman mentiroso cuando él les dice que la atención sanitaria también es gratuita en otros lugares, como Canadá y México.
“Otra creencia falsa que me da tristeza y genio: ‘En Cuba, con dinero se encuentra de todo’”, añadió, antes de dar a conocer los víveres que él mismo ha echado en falta en sus visitas a la nación caribeña.
En el listado aparecen verduras que años atrás eran comunes en cualquier mercado, como la berenjena, las cebollas moradas, la col, los pimientos rojos y amarillos, la albahaca, el apio, y legumbres como los garbanzos y las lentejas.
También mencionó el ajonjolí, la albahaca, las cebollitas y los pepinillos en vinagre, frutos secos como las almendras, las avellanas y las nueces, y frutas como el sapote, el melón de Castilla, las frambuesas, las fresas, las granadas, las grosellas y los quesos. De estos últimos recordó que existen más de 600 variedades en México y más de 2 000 en todo el mundo.
“Pastas como agneli, caneloni, fetucchini, fusili, lasaña”, precisó.
“Especies como aneto, azafrán, canela, cardamomo, cari, carvi, clavo, comino, cúrcuma, curry, epazote, estragón, jengibre, laurel, mejorana, mostaza en polvo, nuez moscada, orégano, paprika, pimienta blanca, pimienta negra, pimienta verde, romero…”, detalló.
Además, citó diferentes tipos de vinagre como el balsámico, el de manzana y el de vino, “y muchas cosas más que no me vienen en la mente”.
Según precisó Adant en respuesta al comentario de un lector, hace varios meses comenzó a redactar la lista y poco a poco le continúa agregando cosas, pero le faltan muchas más.
“Cuando voy a Cuba, es lo que más me falta, la comida. No aguanto comer arroz blanco sin sabor 14 veces a la semana. Los cubanos piensan tener de todo para comer, pero el gobierno les alimenta como los más pobres del mundo”, recalcó.
La triste realidad que atraviesan los cubanos es palpable para los extranjeros que visitan la Isla. Pese a que la mayoría de los turistas se marcharon cuando comenzó la pandemia, al acceder a las redes sociales se puede conocer de primera mano los efectos de la crisis económica que ya existía desde antes de la llegada del coronavirus, pero que se ha agravado en los últimos meses.
La población se ve obligada a acudir de madrugada, e incluso muchas veces debe dormir en la calle, para al día siguiente poder entrar a una tienda a comprar un paquete de pollo o de hamburguesas.
Por si fuera poco, la grave escasez de productos de primera necesidad fuerza a las personas a aglomerarse a las puertas de los establecimientos comerciales, sin respetar la distancia que hay que guardar para evitar contagios.
Si el turista belga Jean-Louis Adant lamenta la escasez de alimentos en Cuba, habría que ver qué opina del reciente anuncio del ministro de la industria alimentaria, de utilizar las tripas de cerdos y vacas y la carne de las gallinas decrépitas en la elaboración de croquetas.
En marzo pasado, el periodista canadiense Mark Stachiew, quien lleva unos 25 años viajando por el mundo, afirmó que “la cocina cubana es notoriamente aburrida”.
Según pudo comprobar, lo “aburrido” se debe a la escasez de alimentos y la falta de variedad en los ingredientes disponibles en la Isla.
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