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Madre cubana: "No es fácil tener a tus hijos encerrados en casa por temor a que los maten"

Su hijo, Liván Mustelier, recibió una puñalada en el cuello hace un mes y los agresores continúan amenazando a la familia. "Siento temor como madre porque a pesar de vivir en un barrio bajo y marginado le he dado educación y le he inculcado valores a mis hijos", asegura a CiberCuba.

El joven cubano Liván Mustelier en el hospital, después de ser apuñalado en el cuello. © CiberCuba
El joven cubano Liván Mustelier en el hospital, después de ser apuñalado en el cuello. Foto © CiberCuba

Este artículo es de hace 3 años

Haideé Ges Barrientos es una madre cubana que reventó hace unos días en Facebook porque su hijo de 19 años, que está en el servicio militar, fue apuñalado en el cuello en agosto pasado. A día de hoy su agresor sigue en libertad y en la estación de Policía del Capri, en Arroyo Naranjo (La Habana), no se aclaran con la investigación. Para evitar que la cosa vaya a más, ella mantiene a sus hijos sin salir de casa. "No es fácil tenerlos encerrados por temor a que los maten", comenta en declaraciones a CiberCuba.

Todo ocurrió en la noche del 23 al 24 del mes pasado. Su hijo Liván Mustelier venía de ver a su padrino y antes de subir a su casa, ubicada en Párraga (Arroyo Naranjo), se acercó a la esquina de la calzada donde vive su madre para preguntar por Leandro, su mejor amigo, con quien acostumbra a hablar de fútbol.

Liván y su amigo Leo. Foto: CiberCuba

Esa esquina de la Calzada de San Agustín, entre Estrella y San José, en Párraga, está habitualmente a oscuras, pero allí se reúnen cada noche los muchachos del barrio. Para su sorpresa, en ese momento tenía nuevos ocupantes, que le contestaron en forma descompuesta. Sorprendido, Liván les pregunta: "¿Quiénes son ustedes?"

En ese momento, alguien lanzó una piedra al grupo y, por desgracia, le dio a los visitantes que no se lo tomaron nada bien. Liván se fue a su casa y regresó con su papá y su hermano mayor a la esquina para aclarar el malentendido. Antes de salir por la puerta le dijo a su madre: "Estos muchachos andan mal".

Cuando el padre y sus dos hijos llegaron a la esquina, no les dejaron abrir la boca. "Era demasiado tarde. Ya los estaban esperando", cuenta la madre a CiberCuba.

Nada más acercarse al grupo, uno de los que estaban allí acuchilló brutalmente a Liván en el cuello, causándole una herida que le pudo costar la vida. Al padre le asestaron un batazo y al hermano, un botellazo. Ninguno de los dos se defendió de los golpes porque corrieron a recoger a Liván, que estaba desangrándose en el suelo escupiendo sangre y prácticamente sin conocimiento.

Cuchillada recibida por Liván en el cuello. Foto: CiberCuba

Lejos de marcharse del lugar, el agresor intentó rematar a Liván cuando éste estaba en el suelo, pero se le cayó el cuchillo y una muchacha que estaba por allí le pisó la mano, cogió el arma y la tiró en una zona con hierba.

Inmediatamente, familiares y vecinos se llevaron a Liván al centro médico de Párraga, el más cercano, a la espera de que la ambulancia lo trasladara al hospital. Para entonces, el policlínico era una hervidero de gente y hasta allí se acercaron dos patrullas de la PNR. Una de ellas, la número 540. Desde este preciso instante, comenta la madre del joven agredido, empezó su mal trabajo.

En cuanto uno de los hermanos de Liván afeó a los agentes que no hubieran aparecido en medio de la bronca, un policía sacó su tonfa y amenazó con golpearlo. "Le querían caer a golpes nada más y nada menos que ocho policías a mi hijo de tan solo 18 años", cuenta la madre del joven apuñalado.

Pero los efectivos policiales no contaban con que vecinos y familiares iban a salir en su defensa y tuvieron que salir huyendo de allí. Ese momento lo aprovecharon los agresores de Liván para apedrear el centro médico con la intención, según su madre, de entrar y rematar a su hijo apuñalado. Otra vez sus conocidos y allegados hicieron frente a los agresores, que no consiguieron entrar.

Una hora después, con Liván prácticamente desangrado, llegó la ambulancia que lo trasladó al Hospital Nacional, donde fue intervenido de urgencia durante tres horas y media.

El MININT, siempre según la versión de su madre, puso vigilancia en el hospital para evitar que el joven, que está pasando el servicio militar en la Clínica de 19 y G, en el Vedado, volviera a ser atacado.

Desde entonces ha pasado casi un mes y la madre de este joven apuñalado en el cuello asegura que no tiene palabras para describir el momento que está viviendo su familia. "No es fácil tener a mis hijos encerrados sin poder salir, sin que puedan hacer una vida social normal como jóvenes que son por el temor de que los puedan matar porque así se está viviendo acá en mi zona. Por gusto, por culpa de vándalos sin sentimiento alguno a los que les da lo mismo hacer cualquier cosa para hacer crecer su jerarquía y tener un nombre en su mundo bajo y sin principios", dice Haideé Ges Barrientos.

"Siento temor como madre porque a pesar de vivir en un barrio bajo y marginado le he dado educación y le he inculcado valores a mis hijos para que sean hombres de bien en esta sociedad que nos tocó vivir. Les he enseñado a amar y a respetar al hombre en toda su extensión para que venga alguien ahora a quitarles la vida, así de simple, porque le da la gana".

Actualmente Liván se recupera satisfactoriamente de su herida. "Sólo falta que pueda restablecer nuevamente el habla. Apenas puede pronunciar palabras con R. El cirujano le mandó a inyectarse vitaminas que lo ayuden a la reconstrucción de tejidos y músculos afectados. Nos dice que la recuperación será lenta y que le tomará un buen tiempo. Mi hijo sigue teniendo consultas con el cirujano hasta que éste le dé el alta definitiva y pueda incorporarse nuevamente a su actividad laboral para poder mantener a su bebé de 9 meses", añade la madre.

Ella aclara que con esta denuncia no quiere meterse en política sino exigir que la Policía haga su trabajo; que investigue lo ocurrido y que encuentren la denuncia interpuesta y las pruebas necesarias, para que el agresor no siga campando a sus anchas intimidando al barrio.

Las agresiones se encuentran entre las 50 causas de muerte en Cuba (en el número 18, de ambos sexos). En 2017 fallecieron por este motivo 516 personas frente a las 501 de 2018, según el Anuario Estadístico de Salud, de Cuba. La mayoría de los fallecidos son hombres (386 en 2017 y 387 en 2018).

En la franja de edad comprendida entre los 10 y los 19 años, las agresiones constituyen la cuarta causa de muerte en adolescentes, con 26 defunciones en 2017 y 22 en 2018 (últimos datos disponibles). Sólo le superan los accidentes, los tumores malignos y los suicidios.

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Tania Costa

(La Habana, 1973) vive en España. Ha dirigido el periódico español El Faro de Melilla y FaroTV Melilla. Fue jefa de la edición murciana de 20 minutos y asesora de Comunicación de la Vicepresidencia del Gobierno de Murcia (España)


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