Un nuevo operativo policial resultó en el decomiso de 200 sacos de arroz y más de 80 cerdos a un cubano en el barrio El Porvenir de la provincia de Artemisa.
Las autoridades identificaron en esa localidad una rastra que descargaba cantidades de sacos de arroz en una vivienda, los cuales eran sustraídos y transportados en un camión de la Empresa Pecuaria Energética “Los Naranjos”.
“Se realiza un registro un ciudadano al cual se le ocupan 200 sacos de arroz de procedencia ilícita, que es un grano importado, el cual nuestro país realiza un gran esfuerzo para poder obtenerlo”, explicó un oficial del Ministerio del Interior a la televisión oficialista.
“Además de esta cantidad de arroz, a este ciudadano se le ocupan 86 cerdos, 24 sacos de comida animal de procedencia ilícita. Se le radicó la denuncia por el delito de receptación y están siendo procesadas nueve personas, de ellas, tres tienen antecedentes por el mismo delito de receptación”, agregó.
Según el reporte, se aplicaron las medidas correspondientes (aunque no se especifican) y lo confiscado se destinó al uso social. “El arroz se le entregó a la Empresa Mayorista Provincial de Artemisa para su posterior distribución a la población. Los cerdos se le entregaron a la empresa porcina para su comercialización”, detalló el oficial. Los 24 sacos de salvado también se le entregaron a la empresa porcina.
La prensa oficialista se hace eco de operativos policiales semejantes, que presuntamente destacan la labor policial y la preocupación de las autoridades para que tales “delitos” no perjudiquen la economía del país ni el abastecimiento de los mercados estatales.
Incluso el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel aseguró que los operativos policiales televisados, que cobraron fuerza a raíz de la crisis sanitaria por la pandemia del nuevo coronavirus, habían llegado para quedarse.
En junio, dijo que era importante seguir “manteniendo la intensa lucha en el enfrentamiento a la corrupción y a las ilegalidades; y haciendo público un grupo de casos con toda la profesionalidad que eso lleva y con todos los códigos de comunicación social que debemos mantener”.
Cuba vive una profunda escasez de alimentos a la que el Estado no consigue dar solución. A finales de ese mismo mes en que Díaz-Canel defendía la permanencia de los operativos en los medios de comunicación oficialistas, el régimen reconocía que se había incumplido la producción de arroz, frijoles y carne de cerdo, tres alimentos básicos en la dieta de los cubanos.
Un mes antes, una funcionaria del Ministerio de la Agricultura de la isla explicaba que la producción de carne de cerdo en Cuba se vio afectada por la falta de turistas, una disminución resultante de las restricciones internacionales a causa de la pandemia.
Al paralizarse el turismo, el país perdió capacidad de producir pienso líquido, una alternativa que utiliza materia prima orgánica para alimentar a los cerdos. La falta de alimentación provocó que en el primer trimestre se dejaran de entregar unas 7 mil toneladas de carne, por debajo de las 12 mil toneladas mensuales que demanda el país, dijo la funcionaria.
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