Unos 50 cubanos residentes en Perpiñán, una ciudad al sur de Francia, se reunieron este domingo para denunciar la falta de derechos humanos en Cuba y mostrar su solidaridad con el pueblo de la isla, explicó a CiberCuba Alberto Segura Ojeda, uno de los organizadores del encuentro.
La iniciativa surgió a raíz de las manifestaciones pacíficas que en distintas ciudades del mundo protagonizan los cubanos que se han solidarizado con el Movimiento San Isidro, la campaña para exigir la liberación del rapero Denis Solís y el apoyo a los jóvenes creadores que protestaron en el Ministerio de Cultura el 27 de noviembre.
"Mil gracias a todos los que nos siguieron en esto que muchos llaman locura, pero que aburrida sería la vida sin locos", escribió Segura Ojeda en Facebook.
El cubano, radicado desde hace 12 años en esa ciudad europea, contó a CiberCuba que el grupo se organizó en muy pocos días y tras el encuentro de este domingo tienen pensado llevar a cabo diferentes iniciativas sociales, culturales o políticas con el objetivo de mostrar su apoyo a los ciudadanos de la isla.
"Es la primera vez que se hace algo así en esta ciudad, y como la gente se quedó con deseos de seguir pensamos en febrero hacer otra acción similar, pero con mayores acciones culturales. La idea es contribuir a desmontar el mito de que Cuba es un paraíso en medio del Caribe, con sol y playa y justicia social, mientras se reprime a los que piensan diferente y se violan derechos humanos importantes", agregó Segura Ojeda.
En el encuentro participaron además cubanos que han sido víctima de las limitaciones migratorias que impone el Gobierno a sus ciudadanos, entre ellos un médico que desde hace 12 años no puede ver a su familia porque le impiden la entrada a la isla.
"Queremos mostrarle a los cubanos que no están solos y que pueden contar con el apoyo de los que estamos en el exterior. Sabemos que es solo un grano de arena pero con eso contribuimos a la causa", agregó.
Segura Ojeda, que en Cuba era miembro del grupo de teatro Retablo, se sintió complacido con la reacción de los ciudadanos franceses que se acercaron interesados en su protesta pacífica.
"La sociedad francesa está ajena a lo que sucede realmente en la isla y acciones como estas contribuyen a que se conozca la realidad que no cuentan los medios de prensa", abundó el cubano natural de la provincia de Cienfuegos.
Tras el encuentro pudieron conocer que muchos están interesados en ofrecer ayuda a los cubanos, sobre todo en recursos y medios a aquellos que sufren las consecuencias de protestar y disentir en la isla.
"Es cierto que algunos sienten miedo, incluso viviendo fuera del país, pero acciones como estas demuestran que poco a poco se puede ir logrando contribuir a la libertad y democracia en Cuba", finalizó.
La acción cívica en Perpiñán, una ciudad con unos 121 mil habitantes, se suma a otras más que han protagonizado miembros de la diáspora cubana.
Fundamentalmente se han concentrado frente a las sedes diplomáticas de varios países, pero otros han aprovechado espacios públicos para manifestarse de manera pacífica, cumpliendo las reglas de sanidad impuestas por el nuevo coronavirus.
Barcelona, Madrid, Santo Domingo, Lima, Asunción o Helsinki son algunas de las ciudades donde se han concentrado diversos grupos de cubanos en solidaridad con el MSI, el rapero Denis Solís y la exigencia de derechos humanos en la isla.
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