Este primero de enero cientos de pájaros amanecieron muertos en las callas de Roma, Italia, a causa de la explosión de fuegos artificiales para despedir el año.
Varios medios de prensa han reportado que la mayoría de los afectados fueron las palomas, aunque también resultaeron impactadas variedades como el estornino, entre otras.
El diario Corriere della Sera informó que los pájaros habrían muerto por paros cardiacos causados por los fuegos artificiales y petardos lanzados para recibir el año nuevo en la capital italiana, a pesar de que una ordenanza municipal había restringido este tipo de celebraciones.
Varias organizaciones y grupos defensores de animales han catalogado este hecho como una "masacre".
La Organización Internacional por la Protección Animal (OIPA) exigió su prohibición de manera inmediata de este tipo de actividades navideñas.
"Puede ser que murieran de miedo. Tal vez volaban juntos y se golpearon entre sí, o se estrellaron contra ventanas o líneas eléctricas, pero no olvidemos que también pueden morir de infartos", dijo Loredana Diglio, portavoz de la organización.
Otros expertos han indicado que, cuando se usen este tipo de insumos, se haga en zonas donde no haya gran concentración de animales para evitar cientos de muertes.
"Instamos a los organizadores de los espectáculos de fuegos artificiales a que eviten lanzar los cohetes cerca de zonas sensibles para la vida silvestre, como reservas naturales, y lugares de anidación y descanso de las aves silvestres", señalaron.
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